Quién no ha pensado alguna vez, luego llegar del trabajo con un pésimo día, ver los titulares de los diarios, escuchar la radio o ver algún noticiero de la televisión, que el purgatorio o inclusive el mismo infierno se encuentra en la tierra.
De seguro, también, día a día vemos personas con las que convivimos que son verdaderos demonios que conspiran contra nuestra felicidad, haciéndonos pasar un verdadero calvario.
Sin embargo, cuando esto ocurre, nos olvidamos que también nos rodean personas que contraponiéndose a las anteriores pueden considerarse como verdaderos ángeles que reconfortan con su bálsamo nuestros pesares.
Cuantas veces nos ocurrió que en nuestro peor día, cuando las cosas parecían no tener salida, una inesperada llamada telefónica nos saca una sonrisa y nos hace recordar que siempre, por más nublado se encuentre el día, sobre las nubes siempre brilla el sol.
Dice un viejo dicho oriental: Si alguien te ofende o intenta herirte no debes darte por aludido ya que al no recibir la ofensa esta volverá al ofensor.
La vida es como un bumerang,de nosotros depende que el mundo en que vivimos sea un infierno o el paraíso solo depende de lo que hacemos, como lo hacemos y con quien nos relacionamos.
Es cierto que no podemos evitar tratar con personas llenas de envidia y malicia. "Demonios" que intentaran hacernos ver solo la oscuridad que nos rodea. Sin embargo, si actuamos siempre positivamente, con principios y con la verdad, aunque la noche se cierna sobre nosotros y la oscuridad parezca cubrirnos por completo, cuando menos lo esperemos la luz, de un "angel amigo", seguro aparecerá.
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