Un viejo dicho dice: “El que a
buen árbol se arrima buena sombra lo cobija”. Lamentablemente estas sabias
palabras pueden ser tomadas en forma positiva como negativa.
Esto último fue lo que hicieron,
el pasado 7 de diciembre, los 21 activistas de Greenpeace dirigidos por el argentino Mauro Fernández, quienes
ingresando de forma furtiva a la zona arqueológica donde se despliegan las
conocidas líneas de Nazca, perpetraron en nombre de la conocida ONG un crimen
sobre el patrimonio de la humanidad.
Según las propias palabras de
estos patoteros esta incursión, que consistió en colocar junto a la emblemática
figura del colibrí el mensaje “Tiempo para el cambio, el futuro es renovable”, pretendía
llamar la atención a las autoridades reunidas en Lima en la conferencia sobre
el calentamiento global COB 20.
Y vaya que lograron llamar la
atención y no solo de los delegados que trataban sobre el tema ambiental sino
que consiguieron la indignación mundial ya que destruyeron más de mil años de
historia en una nefasta madrugada y embarraron el nombre de la conocida ONG que
los albergo bajo su sombra.
Hay quienes dicen que esta
noticia esta sobre valorada y que esta barbarie es un daño “menor” si se tiene
en cuenta la intención que han tenido estos terroristas culturales, amparándose
como dije bajo la sombra de Greenpeace, al querer dar su mensaje al mundo.
Greenpeace se ha hecho famosa
interpretando a David en su lucha contra el Goliat de la contaminación,
deforestación, destrucción del medio ambiente y asesinato de especies en
peligro de extinción, sin embargo esta vez, estos 22 innombrables, en su nombre
se han puesto las sandalias del gigante pisoteando al indefenso David del
patrimonio de la humanidad sin piedad.
Es una pena que a pesar de que Kumi Naidoo, presidente ejecutivo
Greenpeace, presentó personalmente disculpas al Ministerio de
Cultura de Perú, hasta el momento, los nombres de los perpetradores siguen siendo un
misterio, ya que hasta el momento no se han sido proporcionados por la ONG para
que se proceda al castigo de los mismos.
Este genocidio cultural similar al causado por los Talibanes a los Budas de Bāmiyān, el saqueo de museos en Irak luego de la caída de Husein, o la destrucción causada en Egipto a varios museos y otras construcciones y artefactos arqueológicos por los manifestantes contra Mubarak, nada tiene que ver con salvar a las ballenas o
enfrentarse a un buque petrolero. Es simple marketing patotero y figuretismo de un
puñado de inadaptados a quienes además de recibir los 8 años de cárcel,
determinados por la legislación peruana para aquellos que atentan contra el
patrimonio cultural, se les debería quemar los pasaportes e impedirle la
entrada a cualquier país del mundo.
Por último y dirigiéndome a este señor Fernández, quien
huyo a esconderse en su cueva como un quy, quiero decir: Que tiene razón en
cuanto a que el futuro es renovable pero el daño que causó a la humanidad no, por
lo que, debería dar la cara y del mismo modo que se pavoneo junto a su “obra” enfrente
al mundo, a la justicia peruana y a las consecuencias de sus actos.
https://www.youtube.com/watch?v=JduoDIzzSZ0#t=469
Sabían perfectamente lo que hacían, por eso entraron a escondidas a la medianoche, imposible que no supieran que estaban yendo contra la ley. Me pregunto ¿Cómo estarán sus consciencias? si como dicen son una ONG que se dedica a proteger el medio ambiente. Y si sus consciencias están tranquilas peor aún porque eso significaría que no tienen ni idea de los fines de la organización a la que pertenecen y que peligro tener gente así trabajando para ellos o como voluntarios. Es que no los capacitan ni los conscientizan de cual es su papel en la sociedad? Y finalmente el director pide disculpas por "la molestía" como si eso fuera lo más important y no el grave daño que causaron. Todo esto habla muy mal de Greenpeace. Suena irónico, que su eslogan sea Ayúdanos a proteger el planeta.
ResponderBorrarGracias por tu solidaridad Alejandro.
Así mismo, totalmente de acuerdo. Es una pena que un puñado de "románticos" alcemos nuestras voces contra estos innombrables a quienes, luego de purgar su condena penitenciaria correspondiente, se le debería sacar no solo sus pasaportes sino su respectiva nacionalidad para ser un simples "apátridas" Si ellos perjudican a la humanidad que esta los perjudique a ello.
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