Etiquetas
- Para pensar (113)
- artículos (102)
- artículos prensa extranjera (12)
- Lugares y ferias (11)
Cuentos en el blog
- Cuentos (20)
lunes, 18 de julio de 2022
lunes, 20 de junio de 2022
Entrevista de la boocktober Nair Pereira Alcaraz
miércoles, 1 de junio de 2022
Lo que ocultan las olas(PRESENTACIÓN)
Ya desde la mitología griega, se nos ha hablado sobre las sirenas, esos
seres descriptos, algunas veces, como mujeres aladas con garras de ave, y otras
como seres mitad pez y mitad mujer que encantaban a los incautos marineros con
sus melodiosas voces. Es sobre estas últimas, que nos habla Homero, el filósofo
no el Simpson, en su novela “La Odisea”, donde relata minuciosamente como el
pobre Odiseo, en su periplo para regresar a Ítaca, ordenó a sus marinos que lo
ataran al palo mayor de su embarcación y pusieran cera en sus oídos para así evitar
ser presa del influjo de los seductores cantos sirénidos.
La Odisea, fue la desdicha para las sirenas, ya que, debido a los juglares
y trovadores, esta historia se desparramo como reguero de fuego griego, porque
los chinos todavía no habían inventado la pólvora, y fue así que los marineros
lograron escapar para siempre de este peligro oceánico sin falda, pero con
escamas.
Por centenares y centenas de años las sirenas dejaron de verse salvo
contadas excepciones, como la vez en que Colon y sus marineros las descubrieron
en el mar de los sargazos. O cuando, una ellas, fue vista en una rocosa playa
danesa por Hans Cristian Andersen. Fue tal vez en este encuentro, que las
sirenas reconociendo el poder de la escritura decidieron cambiar de táctica y
reinventarse. Ya no cantarían, ahora escribirían. De hecho, no sé ustedes, pero
yo, no veo muy atrayente a una sirena cantando un reguetón… Pero ese es otro
tema.
Muchos de ustedes me pedirán pruebas de lo que digo, y no los culpo. Yo
también lo haría. Por eso esta noche les traigo esas pruebas. Por un lado,
junto a mí, tengo a una verdadera sirena.
-Lo lamento Nancy tuve que decirlo.
Sí, como lo escuchan, ella es una sirena que, convertida en escritora,
logra, con la palabra escrita, atrapar a los lectores del mismo modo que sus
antepasados lo hacían con el canto. Es por este encanto que la novela “Lo que
ocultan las olas”, de la sirena Nancy Solís, me atrapó perdidamente y sin
posibilidad de escape, desde la primera letra hasta el punto final. Sí, me apresó
y sumergió en un delicioso mundo cargado de bellezas submarinas y romance, como
también intrigas y el flagelo de la contaminación. Pero esto no ha ocurrido
solo conmigo al leer esta novela, sino que ha atrapado a editores, como lo
pueden atestiguar Evelyn Ugalde, editora de CLUBDELIBROS Costa Rica, y Nilda
Días de Fausto, aquí presentes. También ha capturado a centenares de lectores
costarricenses quienes en los últimos 10 años han devorado varias ediciones de
esta novela. Y como si esto no fuera poco, el poder hipnótico de la escritura
de Nancy es tal, que ha logrado que sus lectores pidan la segunda parte y fue
así que, en Costa Rica, en 2016, se publicó “Bajo las aguas” novela que de
seguro pronto también podrán disfrutar los lectores de, como decía Roa Bastos,
esta isla rodeada de tierra a la que llamamos Paraguay.
Cuando los cuentos crecen(PRESENTACIÓN)
El periodista y escritor italiano Ítalo Calvino, escribió: «Un clásico es un libro que nunca ha terminado de decir lo que tiene que decir» y creo que tiene mucha razón. No solo con los clásicos, ya que el apasionado por la lectura, aquel que al llegar al punto final quiere más del agua de esa fuente mágica encerrada en un libro, empujado por su imaginación, casi siempre se pregunta: ¿Qué pasó después?
Con seguridad, los aquí presentes, en algún momento de sus vidas leyeron o
les leyeron las historias de Blanca Nieves o de la Cenicienta. Asique les
pregunto: ¿Creen ustedes que realmente estas jóvenes vivieron felices y se
hartaron de comer perdices durante toda la vida? ¿Y si eran vegetarianas, las
habrán obligado a comer perdices? O por
otro lado ¿Qué habrá hecho Gulliver durante la pandemia, con su síndrome de
viajero? ¿Qué exigencias sanitarias le pedirá la aduana de Liliput para
ingresar? Estas u otras interrogantes llevaron a Evelyn Ugalde a plantearse, ¿Por qué
los personajes de los cuentos clásicos no podrían decirnos un poco más de sus
vidas?
Con esto en mente, Evelyn, se propuso que varios cuentos clásicos crecieran,
se transformaran y vieran nuevamente la luz en “Cuando los
cuentos crecen”. Y fue así
como con su vivaz y picara escritura creo una brecha en el punto final de varios
cuentos clásicos dejándonos ver, a través de esta, hilarantes situaciones de
nuestros queridos personajes en la actualidad y en su día a día mucho después
de ese “y fueron felices”….
Celulares, computadoras, dentífricos mágicos, ascensores, spas y shoppings son los
lugares y elementos donde Pinocho, Cenicienta, Blanca Nieves, Gulliver,
Rapuncel y otros nos develan el gran misterio de ¿Qué pasó?
Umberto Eco dijo una vez: «El mundo está lleno de libros preciosos que
nadie lee» Esta frase, lamentablemente, es una dolorosa realidad a la que J. K.
Rowling responde diciendo: «Si no te gusta leer, no has encontrado el libro
correcto». Es mi mayor deseo que esta preciosa joyita llamada Cuando
los cuentos crecen sea para
varios de ustedes ese libro correcto.
sábado, 29 de enero de 2022
Chau...
El escritor Friedrich Schiller dijo una vez: “No es la carne y la sangre, sino el corazón, lo que nos hace padres e hijos”
El 28 de enero de 2022, la guadaña de la vida, guiada sabiamente por aquel que
todo lo sabe y ve, ha dado un corte en mi vida, y en la de mi familia, marcando un
antes y un después. Todo ha cambiado para nosotros. Mi papá ya no está.
Ya no podré ilusionarme con una milagrosa recuperación, con un imposible
retroceso temporal, y volverlo a ver sentado en la cocina, tomando sus
interminables mates, escuchando eternamente las noticias y las peleas de los políticos
en su radio. Ya no me impacientaré por esa calma, que sólo él poseía, ni lo volveré
a ver masticar un millón de veces un bocado para antes de introducir el
siguiente, a modo de reproche por mi manera de “tragar” la comida, decir:
¿Sabes que estas comiendo? ¡Comes tan rápido que seguro no sabes que gusto
tiene lo que estas comiendo!... Ya no…Ya no hay vuelta atrás.
Sin embargo, y a pesar de todo eso, tengo la alegría que, por fin, se ha
liberado de ese deteriorado “estuche” que, después de exactamente nueve décadas,
sólo le servía para mantenerlo acostado en una cama sin poder siquiera caminar
dos pasos. Preso seis meses en un mundo que ya no era el suyo.
Ya no habrá partidas de ajedrez, horas de desvelo y angustias por llevar el
puchero a la mesa, no habrá tardes de barriletes, ni prácticas de caligrafía,
tampoco tendrá que explicarme mil y una vez los “quebrados”, como él les decía a
las fracciones, ni tampoco los ejercicios de raíz cuadrada, limites, derivada,
e integrales, o los balances y asientos de contabilidad. Ya no existirán
aquellos consejos cómplices y, aunque ya tenga 55 años, extrañaré sus orientaciones,
aunque sin impedir que recorra mi camino y estando siempre ahí para darme una
mano cuando metía la pata.
Una nueva etapa comienza para toda la familia, sin embargo y aunque ya no
pueda compartir aquellas pequeñas grandes cosas que forjaron y seguirán forjando
mi vida, nada hará que este hombre, extraña combinación de sentimientos y razón,
deje de ser lo que fue desde el primer día que lo vi: MI PAPÁ.
“No importa quién fue mi padre. Lo importante es a quién recuerdo yo que lo
fue”.
Anne Sexton
Hasta pronto papá, nos vemos en el siguiente plano dimensional.