Cuentos en el blog

jueves, 2 de abril de 2020

Los seres invisibles

Imagen de la red

El mundo no para, decían, y el mundo paró.
 De pronto, los autos dejaron de congestionar las calles, las personas se encerraron en sus casas, el cielo se tornó más brilloso, las aguas más transparentes y el aire más limpio.
Aquello que apenas hace unas semanas era lo fundamental, dejó de serlo. El resultado del partido del domingo, o un morboso acto delictivo, dejó de ser tapa del diario, para dar lugar a un insignificante ser de no más de 160 nanómetros, o sea, la 160 mil millonésimas de un metro.  Todos comenzaron a hablar de él y de los estragos que producía en China, Italia, España… en el mundo.
De pronto, como suelen hacer los superhéroes, surgieron de la nada unos seres que si bien todos sabían de su existencia eran invisibles bajo la luz de las marquesinas mediáticas.
Según se cuenta, a estos seres, se los suele notar en epidemias, pandemias, guerras y en donde el dolor sólo para con la muerte. Paladines que luchan contra hercúleos enemigos con todas sus fuerzas dejando sus vidas, si es necesario, para lograr su objetivo, y una vez terminada su misión, desaparecen entre la indiferencia de aquellos cuyas vidas fueron el motivo de sus desvelos.
Sí, estos héroes, sin capa pero con guardapolvo y estetoscopio, son los médicos. Héroes y heroínas que con mínimos recursos trabajan afanosamente para lograr los mayores resultados. Guerreros, que sabiendo que pueden quedar en la arena de la batalla, luchan a brazo partido para que sus pacientes, y todos, venzamos la batalla. Ciclopes que se merecen nuestra eterna gratitud y reconocimiento.     
Esta vez, cuando la amenaza “con corona” desaparezca, no debemos permitir que nuestros héroes vuelvan a ser invisibles y nuevamente reemplazados por burbujas de jabón mediáticas.
Gandi dijo: Si quieres cambiar al mundo cambia tú mismo. Y creo que esta es la oportunidad perfecta para hacerlo.
Muchísimas gracias a todos los médicos y personal de blanco. Mientras ustedes trabajan, nosotros, les enviamos nuestra mayor gratitud desde nuestras casas.