Cuentos en el blog

viernes, 30 de diciembre de 2011

2012; demos la bienvenida al FIN DEL MUNDO

Nuevamente nuestro planeta esta culminando otra vuelta más de su incansable viaje alrededor del sol. En este recorrido trescientas sesenta y cinco veces hemos vivido nuestro día, algunos de forma intensa, construyendo, creando, viviendo, otros simplemente dejándose llevar por la corriente y dilatando sus decisiones para mañana.
Independientemente de la actitud con la que hemos enfrentado el 2011, todos hemos sido testigos, en forma personal o virtual, de un año terriblemente convulsionado en todo el sentido de la palabra. Terremotos, tsunamis, agitaciones violentas de agrupaciones políticas y sociales que pusieron fin a largos años de gobiernos, seguidos de vandalismo al patrimonio de la humanidad por parte de las turbas enardecidas.
También hemos sido testigos, entre varios acontecimientos de trascendencia mundial, de las festividades del bicentenario de varios países de América y, con ellas, el despertar del interés por conocer un poco más allá de la historia que se nos obligo a estudiar en la escuela, valorizando y redescubriendo nuestros deslucidos edificios perdidos en la indiferencia del urbanismo moderno y del transeúnte.
Nadie puede negar que 2011 fue un año intenso y que con sus luces y sombras ha construido un peldaño más en el que se sustentará al ya famoso 2012, año del fin del mundo según las interpretaciones que algunos hacen a las predicciones de los Mayas.
Si me preguntan, es probable que en 2012 a muchos les llegue “su fin del mundo” como a muchos ya les llegó “su fin” en 2011 y en cada año desde que el primer ser habito este planeta.
Del mismo modo que hace once años se nos decía que el fin llegaría cuando las manecillas del reloj marcaran el primer segundo del año 2000, el científico Max Wolf anunció a principios del siglo XX: «A las 4.25 del 20 de mayo de 1910, la tierra atravesará la cola del Cometa Halley»…El Halley paso… y la tierra sigue girando.
Es cierto que fenómenos estelares afectaron en parte la vida sobre este planeta como por ejemplo: el cometa que fue capturado por la atracción orbital de la tierra el 30 de junio de 1908 golpeando con fuerza a la tierra y causando la muerte en la zona de Tunguska, Liberia; o el famoso meteorito o cometa que terminó con los dinosaurios; sin embargo, a pesar de la muerte y destrucción causada, el planeta con algunas pequeñas variaciones sobre su eje de rotación, sigue girando y la vida sigue existiendo sobre él.
Puede que me equivoque y que, como el famoso cuento de aquel pastorcillo que alertaba falsamente a los vecinos del ataque del lobo sobre las ovejas del rebaño y que cuando ocurrió nadie le creyó, el 21 de diciembre de 2012 este planeta se convierta en un cinturón de estériles asteroides y nosotros, según algunos, comiendo en la mesa del Creador, según otros, buscando algún lugar para continuar con la misión encomendada que ha quedado inconclusa.
Si el fin de la existencia de vida sobre el planeta tierra fuera una realidad, y nos quedara menos de un año, no debemos desesperar y tirar todo por la ventana, al contrario, estamos ante la última oportunidad de dejar de ser egoístas; viciosos; acomplejados; sucios tanto mental como físicamente; ignorantes de los derechos de los demás, pisoteando todo lo que se encuentra a nuestro alrededor sin importar que o quien se encuentra a nuestro lado o dejar de abandonarnos en los brazos de los intereses de grupos religiosos, políticos y económicos cuyo único deseo es arrear para su molino y decir “tantos somos, tanto valemos”.
Durante este año, tanto en Paraguay como en Uruguay, fui testigo de las festividades del Bicentenario y el efecto de cambio, en cuanto a la revalorización de la historia y de las reliquias todavía existentes, que este acontecimiento causo sobre los habitantes de estos países.
Del mismo modo, aprovechemos estos “últimos días” para redescubrir el “SER” que llevamos adentro nuestro y proyectarlo hacia los demás.
Reeduquémonos, recobremos los valores, la solidaridad, la amistad desinteresada, la honorabilidad, la palabra, el respeto por el espacio y los logros del prójimo, el amor, e inculquémoslos con el ejemplo a quienes nos rodean. Demos todo de nosotros con el único objetivo de lograr que el hombre deje de ser su peor enemigo.
¿Qué es una utopía? Tal vez querer cambiar al mundo lo sea, pero no lo es el intentar este cambio en nosotros mismos e irnos de este espacio celeste satisfechos de haberlo logrado.
Apartémonos del egoísmo y de la ambición desmedida; derribemos las fronteras y con ellas las actitudes etnocentristas; demostrémonos a nosotros mismos que no es tan malo hacer lo correcto.
Quién sabe, tal vez los Mayas en sus predicciones se referían al “FIN” de este caótico, egoísta, despreocupado y convulsionado mundo y con su destrucción el surgimiento de la verdadera “HUMANIDAD”.
Levantemos nuestras copas y demos la bienvenida al 1012, el año del FIN DEL MUNDO...año de la OPORTUNIDAD DE SER MEJORES.



martes, 27 de diciembre de 2011

“Cuentos de Navidad” fueron relatados en cuatro hospitales

Participaron escritores como Feliciano Acosta, Alejandro Hernández y Óscar Pineda.

Brian tiene 7 años y viene del interior para realizar su tratamiento. Él es uno de los niños  que son atendidos en la Sala de Onco-hematología del Hospital Materno Infantil de San Lorenzo. Está sentado sobre la alfombrita, escuchando la historia de un osito desobediente. A su lado, Jazmín, Samira, Karen... y otros niños, comparten la lectura. Algunos sonríen, otros solo escuchan.

De tanto en tanto, la maestra del aula de apoyo del hospital repite el nombre que llama la doctora, y el niño/a sale para asistir a su consulta; algunos vuelven al aula donde se realiza la actividad, otros se van a su camita, porque no se sienten bien.

La experiencia formó parte del proyecto “Cuentos de Navidad en los hospitales”, que impulsó la semana anterior la Dirección de Industrias Culturales de la Secretaría Nacional de Cultura y la Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP), con el apoyo de la Dirección de Atención Educativa a Niños, Niñas, Adolescentes y Jóvenes en Situación de Riesgo.

COMPARTIENDO

El evento estuvo dirigido a niños y niñas internados en los hospitales, donde algunos escritores se acercaron a relatarles sus propios cuentos. Participaron los escritores Feliciano Acosta, quien estuvo leyendo cuentos en guaraní y castellano en el Hospital de Itauguá, Óscar Pineda compartió sus trabajos en el Hospital Niños Mártires de Acosta Ñu, Alejandro Hernández en el Hospital de IPS y Milia Gayoso en el Hospital Materno Infantil de San Lorenzo. En esta última actividad se sumaron los hijos de la escritora y un grupo de amigos, para repartir golosinas y abrazos a los niños.

María Luz Saldívar, de la Secretaría de Cultura, afirma que “Los objetivos del proyecto fueron expresar solidaridad en estas fechas que son tan sensibles para todos, justamente porque muchos de estos niños y niñas van a pasar las mismas, hospitalizados, también  promocionar la lectura, obviamente, y además propiciar el acercamiento de los chicos a los escritores y escritoras. Tenemos muchos proyectos para el futuro, el año que viene deseamos trabajar el tema de la inclusión; es decir, el área de los chicos y adolescentes con capacidades diferentes”.
Fuente_ La Nacion 27/12/11

sábado, 24 de diciembre de 2011

La Navidad blanca de Azucena (Fragmento)


Las costumbres navideñas varian de familia en familia dependiendo del origen de sus miembros, sin embargo, lo importante no es como se celebre esta mágica fecha sino lo que representa para la humanidad.
Deseandoles a todos los seguidores de este blog y sus familias una feliz Navidad, les dejo un fragmento de mi última novela en donde se revive una hipotetica cena navideña en 1863 en la lejana Prusia, en la ciudad de Possen (actual Poznan).
...La cena de Nochebuena, era más que una comilona preparada para festejar el nacimiento de nuestro Señor. Es el símbolo de la nueva reconciliación tanto entre los hombres, como entre el mundo de los vivos y el de los difuntos, así como entre el hombre y la naturaleza. O sea que podría decirse que es la armonización del hombre con su entorno.
Desde los tiempos más remotos, en la cena de Nochebuena participaban todas las personas que vivían bajo el mismo techo. Era la oportunidad para que amos y ciervos compartieran el pan en una misma mesa.
El lugar principal del ritual de Nochebuena, en consecuencia, es la mesa en la cual se sirve la solemne cena.
La ya de por si extensa mesa fue ampliada gracias a otra pequeña que se agregó para que todos podamos disfrutar cómodamente de la cena.
  • Creo que hemos puesto una silla de más ya que con Onkel Tolia somos trece personas- señaló Azucena al contar catorce sillas.
  • Es costumbre dejar un sitio libre, con sus platos y cubiertos por si viene algún viajero inesperado- respondió Tatiana mientras colocaba sobre ambas mesas un largo mantel que las cubría por completo-. Antiguamente se decía que este lugar era reservado para que compartan la mesa las almas de los parientes difuntos que, como se creía, retornaban ese día a la tierra para ayudar a los vivos a conseguir la renovación del mundo. También, de forma simbólica, participan de la cena los representantes del mundo de la naturaleza: los pájaros y los animales para los cuales se guardan restos de la cena de Nochebuena.
    Debido a que Anatoli era oriundo de Berlín, aunque de madre rusa y su difunta esposa provenía de una antigua familia polaca, en aquella vivienda, la mezcla de tradiciones se ponía en evidencia en aquella mesa.
    Sobre el mantel y a modo de adorno según la tradición polaca, se colocó heno, paja, semillas de diversos cereales, panecillos y monedas. Todos estos elementos no estaban puestos por capricho o por estética sino que cada uno encerraba una simbología de fertilidad y abundancia.
En cuanto a los alimentos a ser consumidos, la dualidad de costumbres también se ponía en evidencia. En el menú, además del ciervo deliciosamente preparado, que cazara Anatoli, prevalecía la comida polaca, que carece de carne. La abundante cena preparada con esmero por Tatiana, constaba de platos hechos a base de pescado, hortalizas, productos lácteos, semillas de adormidera y granos de cereales entre los que se encontraba la famosa sopa llamada “zur”, hecha de harina de centeno fermentada y mezclada con agua.
Entre los pasteles y dulces que también abundaban puedo mencionar al “stollen”, pan dulce con pasas y azúcar en polvo de origen germánico y la “kutia”, dulce muy popular en las zonas rurales de la Polonia oriental, preparado con granos de trigo cocidos, leche, miel y nueces.
Para las siete de la tarde nos dirigimos a la iglesia de Santa María en donde presenciamos en primer lugar la obra de títeres para luego asistir a la misa que fue presidida por el padre Casimiro.
Luego de la conmovedora ceremonia religiosa, regresamos a la casa donde disfrutamos de la abundante y deliciosa cena.
Finalizada la cena, se sirvieron las tradicionales nueces, galletitas de jengibre en forma de estrella, campanas, abetos, etc., y manzanas asadas rellenas con crema de leche y nueces, además de la tradicional compota, hecha de frutas secas y alcohol.
Cuando faltaba un poco menos de media hora para que el viejo reloj cucú de la sala de las doce de la noche, se escucharon golpes en la puerta de entrada.
Todos los niños corrieron hacia la puerta gritando:
  • ¡Es el Weihnachtsmann!, ¡Llego el Weihnachtsmann!
    Un sonoro suspiro de decepción, que partió de cada uno de los ansiosos pequeños, se escuchó cuando al abrir la puerta vieron en lugar del esperado visitante al padre Nicasio, a quien habíamos conocido el día anterior y cuya familia vivía a una cuadra.
  • Wesolych Świat Bożego Narodzenia i szcześliwego Nowego Roku!- deseó el religioso a los desencantados niños. ¿Por qué tienen esa carita? ¿Acaso no ha llegado el Weihnachtsmann?
  • No padre, todavía no ha llegado, es que tiene que entregar muchos regalos- respondió uno de los niños más pequeños. Creo que este año deberemos esperar toda la noche.
  • No te preocupes Mischa- calmó el sacerdote al preocupado niño-, creo que llegara pronto ya que me pareció escuchar su campanilla antes de salir de la casa de mi madre.
    Esta noticia creó tal algarabía entre los infantes quienes comenzaron a correr y saltar de felicidad por toda la sala.
  • Wesolych Świat Bożego Narodzenia i szcześliwego Nowego Roku!- saludó Anatoli al religioso quien al verlo sonrió y dijo:
  • Anatoli, sé que es un mal momento pero necesitamos de sus servicios. La escalera del campanario tiene floja su baranda y el padre Casimiro le hace preguntar si no la puede reparar esta noche.
  • Que contrariedad... pero debo ir...sin la baranda es muy peligroso subir por esas empinadas escaleras- respondió Anatoli fingiendo estar muy disgustado aunque yo conocía bien a aquellas reparaciones de noche buena.
  • Disculpe padre-intervino Tabatha- ¿es necesario que se repare esa baranda esta noche?
  • ¡Es muy necesario! No querrás que algún sacerdote ruede esta noche por las escaleras- contestó Hans haciéndole un disimulado gesto a su esposa para que no diga nada más.
  • Así es señora, ¿se imagina lo que pasaría si justo en navidad alguien se lastima?
  • Bueno niños... Si no vengo antes que llegue el Weihnachtsmann denle mis saludos.
  • Opa1-dijo Mischa, estirando del abrigo de Anatoli- Lleva muchos clavos y arregla bien esta baranda así el año que viene no necesitas arreglarla de nuevo.
  • Tienes razón Mischa, llevaré el doble de clavos para que la baranda quede muy firme- respondió el nonagenario, acariciando los castaños cabellos del pequeño para luego retirarse con el sacerdote a buscar las herramientas e ir, supuestamente, rumbo a la iglesia.
    Poco antes de las doce de la noche el tintineo de una campanilla seguido de tres golpes en la puerta de entrada hizo que nuevamente los niños corran a abrir la puerta, tras la cual se encontraba el esperado Weihnachtsmann.
    Con andar lento, y ayudándose con su bastón el anciano ingresó a la sala cargando una pesada bolsa en su espalda y diciendo:
  • ¡Fröhliche Weihnachten2!
    Los niños que lo rodearon de inmediato se peleaban para ayudar al anciano a llegar al sillón que se encontraba entre el árbol de navidad a la chimenea encendida donde las llamas danzaban entre los crepitante leños.
    Un estremecimiento en todo mi cuerpo seguido por el rodar de dos impertinentes lágrimas fue mi reacción al ver al Weihnachtsmann, mientras mis recuerdos de niñez volvían a mí.
    Si bien es cierto que con aquel disfraz era muy difícil descubrir quien se hallaba detrás, el ambiente, las luces y mi carga emocional hacían que en ese momento, al igual que los niños, esté convencido que aquel anciano era el autentico Weihnachtsmann.
    Una vez que el visitante se sentó en el mullido sillón de alto respaldo pidió a Igor y a los niños mayores que ayuden a descargar la troica cargada de regalos que había quedado afuera bajo la insipiente nevada que caía en aquella fría, pero cálida a la vez, noche de Navidad.
  • Aquí tiene vino caliente para mitigar un poco el frío-dijo Tatiana entregándole un jarro de madera que contenía la tradicional bebida germana hecha a base de vino tinto, limón, canela, clavos de olor y azúcar.
  • Gracias Tañushka, tu siempre tan amable, te mereces un pequeño presente- dijo Anatoli, con su distorsionada voz debido a una pequeña papa que llevaba adrede dentro de su boca, entregándole la manta de retazos y piel de lobo .
  • Gracias Weihnachtsmann, no se hubiera molestado- agradeció Tatiana.
  • Estoy seguro que te servirá para cobijar a ese pequeñito que pronto llegará- aseguró el anciano acariciándole el protuberante vientre de la embarazada-. Dime Tañushka ¿y tu padre?, ¿tampoco podré verlo en esta oportunidad?
  • No Weihnachtsmann, ha tenido que ir a arreglar la baranda del campanario de la iglesia de Santa María.
  • Deberían enseñarle al padre Casimiro a arreglar esa baranda que siempre se rompe para navidad- interrumpió enfadado Mischa con manos en jarra generando risas contenidas entre los presentes-¡Opa nunca puede estar cuando tú vienes!
  • Es que el padre Casimiro es muy viejito para aprender el oficio de carpintero, además tu Opa es el mejor carpintero de Possen- respondió orgullosamente el anciano que no pudo con su genio y auto elogiarse-. Igual tengo un regalo para él ¿Quieres entregárselo de mi parte?
    Seguidamente los niños se sentaron sobre la alfombra y, haciendo un círculo alrededor del anciano, comenzaron a entonar uno a uno un interminable repertorio de villancicos, aprendidos de memoria, en alemán, ruso, y polaco, a lo que el Weihnachtsmann respondía por cada canción con un regalo para el niño que la entonaba.
    De este modo durante casi una hora todos los presentes fueron recibiendo sus regalos que hicieron las delicias de los infantes.
    Con la bolsa casi vacía el Weihnachtsmann fingiendo que se acomodaba los lentes y trataba de leer la etiqueta que se hallaba sobre una pequeña caja de madera, atada con un moño hecho con una cinta de seda azul, se dirigió a Sascha, el mayor de los niños, y le preguntó:
  • Tú que sabes leer ¿puedes decirme por favor a quien pertenece este regalo?
  • Es de Onkel Gustav.
  • ¿Gustav? ¿el mismo que vivía hace algunos años en esta casa?
    Al escuchar estas palabras el corazón me dio un vuelco. En ese momento, volví en mi mente, veinte años al pasado, y con la inocencia del niño ansioso de recibir su regalo respondí:
  • Así es Weihnachtsmann, soy el mismo que ha venido de visita con mi esposa.
  • Entonces aquel señor que fuma pipa debe ser Hansi- preguntó luego de lo cual Hans asintió con la cabeza tratando de ocultar, en su pose de hombre de ciudad, el mismo sentimiento que a mi me embargaba-. ¡Ustedes dos siempre juntos! Eso es bueno. Los verdaderos amigos nunca pueden separarse. Aunque la vida consiga la separación física, las almas jamás podrán alejarse una de otra.
    El anciano, que previamente había entregado a Azucena una peineta de carey, me entregó el obsequio que torpemente desenvolví descubriendo, en el interior de la caja de madera un cuchillo de caza cuyo mango estaba hecho con el asta de un ciervo, el cual reconocí como perteneciente a Anatoli, por un pequeño monograma disimulado en la base del mango.
    Sin poder hablar de la emoción, ya que sabia que aquel cuchillo había sido obsequiado al anciano por su difunta esposa la primera navidad que pasaron juntos.
    Miré al Weihnachtsmann con los ojos llorosos, al tiempo qué él, tratando de disimular sus propias lágrimas, volvió a hablarme inquisitivamente:
  • Me imagino que ahora que recibieron sus regalos tendrán para mí algún villancico de la lejana tierra donde viven. ¿Estoy en lo cierto?
  • ¡Claro que sí!-exclamé con el entusiasmo propio de un niño-. Pero antes le tomaré a todos una foto para que este momento nunca se olvide.
    Toda la familia y Azucena se agruparon junto al Weihnachtsmann para quedar inmortalizados en aquella fotografía que, días después, enmarcada, adornaría la repisa que se encontraba sobre la chimenea.
    Seguidamente Azucena y yo cantamos un par de villancicos en español, para dejar paso a Hans y a Tabatha quienes luego de recibir sus presentes cantaron villancicos en francés.
    Una vez que todos los regalos fueron distribuidos y las galletas de jengibre y el vino caliente casi se acabaron el anciano se despidió de todos y con su bolsa vacía, ayudado por todos los niños se subió a la vieja troica, tirada por tres caballos, y se alejó mientras los niños corrían detrás por un par de cuadras.
    Igor espero a que todos los niños regresen para decir en voz alta:
  • ¡Otra vez Anatoli se ha perdido ver al Weihnachtsmann! Hans, Gustav, ¿me acompañan a la iglesia para ayudarle a mi suegro a terminar su trabajo antes que amanezca?
  • ¡Nosotros también queremos ir!- exclamaron al unísono Sascha y su hermano Nicolás.
  • ¡De ninguna manera!-dijo con voz severa Igor. Hace mucho frió y se van a enfermar.
    Los niños ingresaron a la casa y colocándose detrás de los gruesos vidrios de las ventanas, en cuyos marcos se acumulaba la inmaculada nieve que seguía cayendo tenuemente, vieron como nos alejábamos en dirección a la iglesia.
    Al llegar a la esquina nos estaba esperando Anatoli en la troica, a la cual subimos, y rodeando la manzana entramos al establo de Anatoli donde desenganchamos los caballos prestados por la familia del padre Nicasio, guardamos la troica en el altillo secreto junto a la rampa utilizada para el efecto y finalmente ayudamos al anciano a cambiarse.
    Antes de ensillar y montar los caballos, para simular haber venido en ellos desde la ciudad, dije a Anatoli:
  • No era necesario que me de un regalo Onkel Tolia, y menos su cuchillo de casa.
  • Yo no te lo obsequié, fue el Weihnachtsmann- respondió alegremente el nonagenario
  • De verdad... no puedo aceptar el cuchillo de caza que le regalo su esposa.
  • Se que siempre quisiste ese cuchillo. Yo apenas voy de caza así que no lo echaré de menos, además se que Kasia3 daría su consentimiento al saber que el cuchillo estará en buenas manos.
    Montamos a los caballos y retrocediendo en nuestros pasos llegamos a la casa donde Tatiana estaba partiendo la tradicional hoja de oblea que según la tradición se reparte entre los comensales de la cena en señal de reconciliación.
La costumbre de partir una hoja de oblea durante la cena de Nochebuena tiene su origen en las prácticas de los primeros cristianos que se obsequiaban pan en la iglesia en señal de comunión y fraternidad. Introducida en Polonia por el clero en la época del barroco, se propagó primero entre la nobleza y en las ciudades para extenderse, en el siglo XIX, a las zonas rurales.
  • Opa, Opa, el Weihnachtsmann se acaba de ir y dejó esto para ti- dijo Mischa que corrió a abrazar a su abuelo llevando en una mano uno de los soldados de madera que le acababan de regalar y en la otra el obsequio que el Weihnachtsmann, le encomendara para su abuelo.
  • Pero que mala suerte ¡Otra vez no he podido verlo! Y eso que este año me apuré en arreglar la baranda para poder verlo y agradecerle en persona todos los regalos que me ha traído en los últimos años.
  • No se preocupe Opa, Onkel Gustav ha sacado una fotografía en la cual podrás ver al Weihnachtsmann junto a toda la familia.
1 Abuelo en alemán.
2 En Alemán: Feliz Navidad
3 Sobrenombre del nombre polaco Katarzyna

Muchas felicidades a todos!!!

domingo, 18 de diciembre de 2011

“Cuentos de Navidad” se escucharán en los hospitales

Mañana, miércoles 14, arranca el proyecto Cuentos de Navidad, que se llevará a cabo en varios hospitales de Asunción y ciudades vecinas. El mismo es organizado por la Dirección de Industrias Culturales de la Secretaría Nacional de Cultura y la Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP) y es apoyada por la Dirección de Atención Educativa a Niños, Niñas, Adolescentes y Jóvenes en Situación de Riesgo (DAENAJSR – RIESGO) del Ministerio de Educación y Cultura.




Este evento va dirigido a niños y niñas internados/as en los hospitales y contará con la particularidad de que los escritores y escritoras relatarán sus propios cuentos, de esta manera se propiciará el acercamiento de los niños a los creadores.

Las actividades se desarrollarán de la siguiente manera: el miércoles 14  a las 9 horas, en el Hospital del IPS, leerá sus cuentos Alejandro Hernández; el jueves 16, a las 9 horas, en el Hospital de Itauguá, los relatos estarán a cargo de Feliciano Acosta; el 20, siempre a las 9 horas, en el Hospital Niños Mártires de Acosta Ñu de San Lorenzo, leerá Oscar Pineda; y cerrando el ciclo de lectura, Milia Gayoso presentará sus cuentos en el Hospital Materno Infantil de San Lorenzo, a las 9 horas.

Al término de las jornadas se sortearán libros de cuentos por gentileza de las editoriales Editorial y Librería Don Bosco, Fausto Editorial, Editorial Lina y Editorial Aramí.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Un recorrido por el pasado de un fotógrafo aventurero

 Por Delfina Acosta

Indudablemente, el escritor Alejandro Hernández y von Eckstein tiene un conocimiento puntilloso y amplio de la historia, no solamente de la nuestra, sino también de la europea. Con cuánto detenimiento en el florecimiento de la industria, en la expansión de la cultura, el arte y los inventos de una época determinada nos deleita. Sin lugar a dudas, la minuciosidad y una profunda como admirable entrega a su labor literaria rubrican el nombre de este escritor-historiador nacido en Buenos Aires, en 1966, pero radicado en el Paraguay desde 1985. 

 El proyecto de la Mandyju Porã se llama el libro que ahora acerca al lector. El material fue publicado por la editorial LINA S. A.   

Pues bien, el autor nos invita a seguir los pasos del itinerante Gustav Demczszyn, un fotógrafo que llegó con su maleta de sueños al Paraguay, en 1887, y contrajo nupcias con una paraguaya llamada Azucena.   

Cuánto mundo y cuántas experiencias marcaron sus viajes, ciertamente. En el Brasil se encontró, en plena recepción, con un plato de feijoada, que nada tenía que envidiar al célebre potaje de Doña Pura, la esposa de Don Ildefonso Bermejo. También trabó amistad con el marqués Fernão, un abolicionista que había perdido a una mulata, María Luisa, a quien entregó su corazón en Minas Gerais. Mas el inefable Gustav habría de interceder y luchar por volver a unir a aquellos jóvenes que se habían enamorado en una época del Brasil durante la cual ser esclavo significaba poco más o menos que ser un simple insecto. Rescatando a María Luisa de un proxeneta llamado Vinicius Alves, devolvió la alegría al marqués Fernão. Claro que tuvo que pasar por cientos de peligros, que vomitó al observar cómo un muchacho de nombre Shangao partía en dos mitades la cabeza del proxeneta.   

Vaya un ejemplo de la manera como Gustav Demczsyyn no perdió la vida, cuando en el prostíbulo la violencia se tradujo en tiros o disparos: “Sobresaltado me palpé la zona señalada y sin sentir dolor revisé el interior de mi bolsillo interno del chaleco, sacando de este el pequeño saco cerrado con una cinta de seda blanca que me había entregado Mae Chica y que parecía contener algo en su interior que no había notado cuando la mujer me lo obsequiara. Con la curiosidad natural que este hecho produjo en mí, procedí a desatar la cinta blanca encontrando en el interior del pequeño saco una bala incrustada en una pequeña medalla de oro con la imagen de Cristo”.   

Sin embargo, solamente a un personaje fuera de serie como a Gustav pudieron ocurrirle tantas cosas juntas. Luego de regresar exitosamente de semejante travesía, se dirigió a su esposa Azucena dispuesto a abrazarla. Grande fue su sorpresa o su susto pues ella le propinó un golpe de puño que lo dejó tumbado en el suelo. Es que la dama no podía entender que solamente un fin noble había llevado al héroe de esta saga a un prostíbulo. Por suerte, las cosas entre los esposos se arreglaron y, junto a Madame Lafaiette y la causante de su ojo en compota, posó para una toma fotográfica con el vapor Tyne de fondo.   

Impenitente viajero y deshacedor de entuertos, Gustav abordó un buque que lo llevaría a Loma Tarumá.   

EL EXTRAÑO CASO DE LA MORA ENAMORADA   

El fotógrafo vivió una experiencia extraña que atrapará al lector, cuando su esposa le va relatando que ha soñado con una mora envuelta en llamas. La mujer del sueño había sido acusada de bruja y llevada a la hoguera por la Santa Inquisición instaurada en Portugal, en 1536. Empezó, empujado por Azucena, a embarcarse en el proyecto de llegar hasta la última morada de aquella joven que había contraído nupcias con un comerciante de fe cristiana. El alma de esa mártir, llamada

Qatha, buscaba entregar un manuscrito a la dama que llevara un medallón. Y resultó que por esos laberintos del destino, la esposa de Gustav Demczsyyn vino a descubrir que su apellido, Ruiz Gato, tenía correspondencia absoluta con la mora y el cristiano. Yendo de aquí para allá, buscando las cenizas de la mártir, guiados por la pasión de dar un final feliz a tan triste historia de un hombre y una mujer que se amaban y fueron víctimas de la barbarie de la Santa Inquisición de la Iglesia Católica, Gustav y Azucena lograron reunirlos después de la muerte. Se habría de cumplir fielmente lo escrito sobre la tapa de un ataúd de mármol negro: “Ni el fuego ni la muerte podrán matar nuestro amor. Te aguardaré hasta el día que regreses a mí”.   

Otro pasaje del libro: Qué maravilloso encuentro en un bar entre Gustav y Charles Dickens, el autor de célebre novela David Coperfield, en Londres. No puedo pasar por alto el pequeño y gran detalle relacionado con el novelista que se acerca al héroe de esta saga para pedirle prestado un cuchillo con el cual afilará su lápiz. Ante la sorpresa y admiración desmedida de Gustav, Charles Dickens le dice estas verdades: “Soy una persona como usted, o como cualquiera de los parroquianos de este bar. Todos tenemos un don que Dios nos ha dado y que debemos ejercitar y brindar a los demás. El haber tenido la gracia de ser reconocido por mi trabajo no me pone en un pedestal ni me quita estar sujeto a las mismas necesidades o pasiones que usted, la camarera o cualquiera de esta ciudad. No soy un ser superior, soy un simple mortal que ha tenido la suerte de que su trabajo sea considerado”.   

Invito a los lectores a acompañar a Gustav a través de este libro escrito con mucha puntillosidad y solvencia.   

Fuente: ABC Color, 11 de Diciembre de 2011 00:00

domingo, 27 de noviembre de 2011

Presentación de Lisandro Cardozo de "El proyecto de la Mandyju Porá"


Gustav Demczszyn, el fotógrafo prusiano venido a América y en especial a nuestro país como su destino final, es nuevamente el protagonista de esta nueva novela “El proyecto de la Mandyju porâ” de Alejandro Hernández, y es la segunda parte de la anterior denominada El fotógrafo de Loma de loma Tarumá.
El recurrir a la ficción para contar historias, aún dentro de otras historias es un recurso muy usado y conocido en el ámbito de la literatura. La búsqueda de argumentos y personajes es inagotable, y en ese tren de cosas, los escritores vamos tanteando, a veces a ciega con el mejor que refleje nuestra idea. En algunos casos muy poco felices, en otros acertados. También pensamos en el escenario, primeramente tosco, casi planos donde ubicar a nuestros objetos de reflexión y discusión o de discurso. Le dotamos de movimientos, relaciones, le asignamos una voz dada, situaciones diversas que van desde los conflictos, el amor, la violencia, las travesías a través de los mares, y mucho, muchísimos detalles que vayan enriqueciendo la obra, sea de la naturaleza que sea.
Pero básicamente, y permanentemente estamos pensando en el conocido concepto del espacio-tiempo, como una entidad geométrica en la cual se desarrollan todos los eventos físicos del universo que queremos transmitir, de acuerdo con la teoría de la conocida, pero poco entendida relatividad y otras teorías físicas. Cuando comenzamos a escribir nuestra preocupación alude a la necesidad de considerar unificadamente la localización geográfica y geométrica en el tiempo y el espacio, de los acontecimientos, ya que la diferencia entre componentes espaciales y temporales es relativa según el estado de movimiento del observador-lector. De este modo, se habla de continuo espacio-temporal, en el que se van concatenando los episodios, los diálogos, las diversas escenografías, que se van grabando en nuestra mente como sucesión de fotografías, algunas indelebles, otras que nos recuerdan cosas contadas o vividas por nosotros mismos.
Cuando nos referimos al tiempo en que se desarrolla una obra, y en especial esta de Alejandro, pensamos en un lugar de América, de Paraguay, de Asunción, o de otro lugar del mundo donde ocurrieron los acontecimientos. Y nos referimos diciendo, “ropa de época”, “música de época”, como si ese simple concepto temporal define, precisamente el tiempo en que ocurrieron o siguen ocurriendo las cosas, y en algunos casos las recreamos vistiendo los conocidos vestidos de danza “de época” y se baila, incluso con músicas como las mazurcas, los minué, o el londón carape, que se bailaba en la época de los López, en las fastuosas fiestas que organizaba Madame Lynch. He aquí la clave del tiempo, con esta denominación, “de los López”, con la que se conoce esta etapa de la historia de nuestro país, para algunos seguramente feliz (me refiero a los historiadores, pues ahì encuentran material de estudio), para otros nefasta y fue la que marcaría por siempre nuestra historia. Con esta casi etérea definición de tiempo, se completa la ubicación de la novela en su cuarta dimensión, que es el tiempo, aunque sin ninguna precisión, por que se trata de una ficción y no una teoría física.
Pero en esta novela resulta interesante el manejo del tiempo, como lo viene haciendo Alejandro desde los albores de la humanidad, porque inevitablemente debe transitar todos esos tiempo para ubicar sus personajes como piezas de ajedrez, y moverlos por el tablero que solamente él iba imaginando y luego nos transmite cuando lo conjunga en un punto crucial. No somos más que una suma de millones de acontecimientos y en nuestra corta vida vamos poblando infinitos universos que nos rodean, que nos dan el acervo suficiente para ir tejiendo la urdimbre de nuestra propia historia y sobre la queremos hablar o escribir.

En esta obra de Hernández no solamente encontramos ficción, sino que mucho de los personajes son históricos o pasaron por la historia, y lo particular es que el fotógrafo, a través de su óptica, como siempre se espera que sean, es el testigo de lujo de la época, que registra los momentos importantes, pintorescos y anecdóticos, y esto me hace acordar del fotógrafo alemán Klaus Henning recientemente fallecido en nuestro país después de haber vivido casi sesenta años dejando un inmenso legado de fotografías que todavía no se aprecia en su inmensidad, y no fue recordado en este Bicentenario. Un personaje que cruzo todo el siglo pasado registrando Asunción y otras ciudades del Paraguay.
Idea de saga

Volviendo a las obra de Alejandro, es dable observar que él siempre piensa en desarrollar su obra como las grandes sagas, y así surgieron las primeras novelas que toman como tema el antiguo Egipto, narrando todo el misterio y situaciones por las que pasan los faraones, en medio de asesinatos y conspiraciones.
Esta nueva serie, cuya concreción está ya en nuestras manos, nos habla también de un escritor prolífico, dedicado a la narrativa al cien por ciento. Un joven escritor, de origen argentino, que eligió nuestro país para vivir y crear su obra.

Puedo comentar también, en su descargo, porque él ahora está en el banquillo de los acusados a punto de brindar su declaración a través de su nueva novela, que en su función de escritor y gestor de la literatura, me acompañó eficientemente cuando yo fui presidente de la Sociedad de Escritores. Fue como mi mano derecha y en algunos casos hasta la izquierda. Como ficcionador, pisa tierra y siempre le sobran las ideas, como ahora, que muy poca veces se sabe aprovechar y apreciar.

Muchas gracias!!
                                                                                                             Lisandro Cardozo

La nueva novela de Alejandro Hernández

“El proyecto de la Mandyju porâ” se titula la nueva novela de Alejandro Hernández, cuyo lanzamiento se realizó el pasado jueves, en el auditorio “Ruy Díaz de Guzmán”, de la Manzana de la Rivera (Ayolas 129).   

Numeroso público asistió al acto, para conocer los detalles de la nueva obra literaria.   

La apertura del encuentro estuvo a cargo de la editora Lina Díaz.   

Posteriormente, se refirió a la obra el escritor Lisandro Cardozo, quien. entre otros puntos, expresó: “Gustav Demczszyn, el fotógrafo prusiano venido a América y en especial a nuestro país como su destino final, es nuevamente el protagonista de esta nueva novela ‘El proyecto de la Mandyju poâ” de Alejandro Hernández, y es la segunda parte de la anterior denominada ‘El fotógrafo de Loma Tarumá.”   

Agregó seguidamente “el recurrir a la ficción para contar historias, aún dentro de otras historias es un recurso muy usado y conocido en el ámbito de la literatura. La búsqueda de argumentos y personajes es inagotable, y en ese tren de cosas, los escritores vamos tanteando, a veces a ciegas con el mejor que refleje nuestra idea. En algunos casos muy poco felices, en otros acertados”.   

“También pensamos en el escenario, primeramente tosco, casi planos donde ubicar a nuestros objetos de reflexión y discusión o de discurso. Le dotamos de movimientos, relaciones, le asignamos una voz dada, situaciones diversas que van desde los conflictos, el amor, la violencia, las travesías a través de los mares, y muchos, muchísimos detalles que vayan enriqueciendo la obra, sea de la naturaleza que sea”, expresó Cardozo.   

Finalmente, Hernández leyó un fragmento de su nueva novela, que fue recibida con aplausos.   

Alejandro Hernández nació en Buenos Aires en 1966 y se radicó en Paraguay a los 17 años abrazando la pasión por las letras desde 2003. Es miembro de la Sociedad de Escritores del Paraguay.   

Es autor de “Conspiraciones faraónicas”, “Bajo la mirada de la cobra”, “El asesinato del faraón” y “El juego de los dioses”.
Fuente: ABC Color, 27 de Noviembre de 2011

viernes, 25 de noviembre de 2011

Libros para todos los gustos se presentarán en la fecha

En la fecha se presentan nada menos que cuatro libros en nuestro medio, los cuales abordan diversos temas que van desde la novela, el ensayo hasta textos históricos. Como cada fin de año, el movimiento editorial llega a su punto más alto con estos lanzamientos, que pueden servir para obsequios por las fiestas.

 

Hoy, a las 19:30, la editorial Lina, realizará el lanzamiento del libro “El proyecto de la Mandyju Porã”, de Alejandro Hernández y von Eckstein, en el Auditorio Ruy Díaz de Guzmán de la Manzana de la Rivera.   

El proyecto de la Mandyju Porã”, segunda parte de la trilogía “El fotógrafo de Loma Tarumá”, es una novela de aventuras histórico-costumbrista, que siguiendo la línea narrativa de su antecesora, transcurre en dos momentos de la historia en forma simultánea. Presentará la obra el periodista y escritor Lisandro Cardozo.   

Libro de Luis María Martínez   

Hoy, a las 19:30, en la Embajada de Cuba se presentará el libro “José Martí en Paraguay”, del poeta Luis María Martínez. Las palabras sobre la obra estarán a cargo del poeta Mario Casartelli y del embajador de Cuba, Bernardo Gaguanche Hernández. También acompañará el acto Vidalia Sánchez, directora de la editorial Servilibro.   
   
Libro Mundo Guaraní   

El ministro de Hacienda, Dionisio Borda, y el representante residente del BID, Hugo Flórez Timorán, anuncian el lanzamiento de la nueva edición –corregida, ampliada e ilustrada– de “Mundo Guaraní”, libro de Bartomeu Meliá, s.j. La editora es la crítica de arte y escritora Adriana Almada.

El evento será a las 19:00, en el Museo del Barro, en Grabadores del Cabichu’i 2716 entre Cañada y Emeterio Miranda.  

Historia Paraguaya  
Por su parte, la Academia Paraguaya de la Historia realizará hoy a las 19:00 la presentación de su anuario, en Artigas y Dr. Andrés Barbero.   
Fuente ABC Color, 24 de Noviembre de 2011 00:00

domingo, 13 de noviembre de 2011

Sueños...sólo sueños

Hoy llueve. Las frías gotas golpean los cristales de la ventana y resbalan hasta el piso del balcón para finalmente caer a la calle.
Siempre me gustaron los días de lluvia, al igual que la noche, para escribir. Quién sabe, tal vez las musas o los duendes de la escritura bajan del cielo en las gotas para contarme al oído las aventuras de viajes que han realizado a lo largo del mundo mientras la “nave” que los trajo a mí solamente era una pequeña nube de vapor.
Puede decirse que soy un soñador, alguien que huyendo del bullicio del día a día viaja a un mundo de aventuras y sueños, para volver con ellos, crear y volcar el resultado en las hojas de sus libros para que en un futuro incierto, lectores de todo el mundo los tomen como suyos y puedan seguir construyendo “sus sueños”.
¿Será que nuestros sueños no son sólo tales sino etéreos hilos de luz que nos guían hacia el camino donde debemos ir?
Dijo mi ciberamiga Marisa “Así como le ocurrió a Don Quijote, el hombre muere cuando deja de soñar.” Es cierto que no podemos vivir eternamente en la irrealidad, como el personaje de Cervantes, pero tampoco podemos prescindir de nuestros sueños gracias a los cuales el mundo debe, de una u otra forma, el avance tecnológico que hoy tenemos. Solamente debemos tener un cable a tierra con el cual comparar la fría y mundana realidad con nuestro mundo soñado.
No debemos bajarnos o soltar a nuestros sueños, debemos aferrarnos a ellos aunque todo conspire contra nosotros ya que no sabemos donde estos nos puedan llevar.
Sin sueños no somos más que un pedazo de carne ciega que vaga sin rumbo durante toda la vida.
Y para terminar quiero dejarles la frase de un gran soñador:
De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo… Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria”.
                                                     Jorge luis borjes

viernes, 4 de noviembre de 2011

Historia de una feria que no quería dormir


La cita literaria se realizó del 17 al 23 de octubre, en la ciudad de San José.



La plaza estaba silenciosa. El lunes por la mañana, las carpas blancas ubicadas en la Plaza 33, que dieron cobijo a la sexta Feria de Promoción del Libro y la Lectura de San José (al sur de Uruguay), parecían en letargo.
Los libros que no fueron “adoptados” por un comprador, aún estaban allí, esperando volver a sus lugares de origen, pero ya no había niños, jóvenes ni adultos tomando “por asalto” los estantes, para hojearlos.
La feria se durmió en la noche del domingo, y volverá a despertar en un año, con mayores bríos, porque no quiere cerrar los ojos por mucho tiempo.
Los componentes de la delegación paraguaya de escritores (Lita Pérez Cáceres, Rodney Zorrilla, Alejandro Hernández y Von Eckstein y esta humilde narradora) le dimos una última mirada a la ciudad, antes de regresar al solar propio.

EXPERIENCIAS
Volvimos atesorando la experiencia de ver que es posible, que una entidad estatal como la intendencia de la ciudad y las empresas privadas aúnen esfuerzos para sacar adelante un proyecto cultural, del que pueden sacar provecho todos.
Regresamos con el placer de haber visitado varios colegios, la cárcel regional y el hogar de ancianos, sitios donde pudimos compartir historias de vida reales y ficcionadas.
Además de concretar proyectos a mediano y largo plazo, entre charrúas y guaraníes, con sueños comunes de crecimiento en lo cultural.
Durante la semana del 17 al 23 de octubre, la muestra librera de la pequeña ciudad uruguaya, ubicada a 92 kilómetros de Montevideo, recibió a miles de visitantes, a escritores nacionales y extranjeros,y ofreció actividades alternativas y fantásticas como las muestras de artistas plásticos como Carlos Páez Vilaró, la presencia del escritor y conductor argentino Alejandro Dolina, de 67 años, cuya presencia en el Teatro Macció (para grabar su programa “Recordando el show de Alejandro Molina” en vivo para el Canal 7 TV Pública), rebasó las instalaciones e hizo que la gente lo siguiera incluso desde la calle y la plaza.

BICENTENARIO
La feria también rindió homenaje al Bicentenario uruguayo y a la recordación del éxodo del prócer José Gervasio Artigas (1764-1850) y el pueblo oriental, en la fecha del 23 de octubre.
Uno de los actos se realizó en la zona cercana al río San José, donde se inició el exilio, y desde donde partieron jinetes y carretas para volver a hacer el camino; y el otro, con presencia del presidente José “Pepe” Mujica, en la estación del tren.
Con mucha satisfacción y “envidia” sana, regresamos al país, conscientes de que el libro vive, sana, une y reivindica.
Fuente: La Nación 30/10/ 11

Entrevista a Celeste Verges

Con presencia paraguaya
Cierran hoy feria
librera uruguaya

La muestra presenta múltiples actividades en una ciudad sureña de Uruguay.
Ocho carpas instaladas en la Plaza 33 se han convertido en el “hogar” de la 6ª Feria de Promoción de la Lectura y el Libro, de la ciudad de San José de Mayo, capital del departamento del mismo nombre, de la República Oriental del Uruguay. La muestra abrió el lunes 17 y cierra esta noche, luego de un día repleto de múltiples actividades, entre las que se destaca el homenaje y recuerdo del éxodo del pueblo oriental, cuya celebración se inició anoche
La feria nació como una inquietud personal”, dice Celeste Verges, asesora en educación de la Intendencia de San José, y alma indiscutible de esta muestra que crece cada vez más.
Nació de mi inquietud como docente porque siempre me pareció que había un deber con lo que es el libro y la lectura, en San José. Entonces le propuse al intendente la posibilidad de hacer algo que nunca se había hecho; me dijo que presente un proyecto, y salió”, dice feliz.
Agrega que la primera muestra se realizó en el 2006, pensando en algunos principios básicos, como la gratuidad y la posibilidad de que toda la gente tenga acceso a la misma. Así como un principio democrático de recibir a todas las opiniones y sea un espacio de debate, con una finalidad clara de que se convierta en espacio de formación ciudadana.
Celeste sostiene que la muestra librera hoy es “mucho más que un proyecto cultural, o de expresión de los libros o las ventas, es un proyecto educativo que parte de un proyecto macro denominado 'San José educa'”.
Consultada en qué radica el éxito de su proyecto, Celeste afirma: “El éxito está cuando un proyecto nace de una necesidad sentida”.
APORTES DIVERSOS
¿Cómo se solventa la feria? “Con trabajo y colaboración”, explica Celeste. “El principio de gratuidad alcanza a todos. No se le cobra el piso a las librerías y editoriales, tampoco a las embajadas. La Intendencia solventa el hospedaje y la comida de los feriantes. El 60% lo asume la Intendencia y el resto se paga con aportes privados”. San José es una región industrial; es zona ganadera, lechera y papera. La gente asumió que gastar en educación y cultura es una inversión a corto, mediano y largo plazos, y redunda en beneficio de todos.
Fuente: La Nación 23/10/11

viernes, 28 de octubre de 2011

La “INCREIBLE” libroferia de San José de Mayo

Como decía mi abuela: “La paciencia trae rosas” y esta vez si que las trajo y con creces.
El año pasado, por circunstancias que no vienen al caso, se me frustro la participación a la 5ª Feria de Fomento del Libro y la Lectura de San José de Mayo… pero como se cuenta por ahí, si un acontecimiento nos tiene que ocurrir, nos ocurre indefectiblemente.
Cuantas veces nos paso que planeamos algo con meses de anticipación y llegado el momento “se nos pincha el globo” o por el contrario, un día despertamos y descubrimos que se nos presenta una situación, que aunque deseada, no dábamos la mínima posibilidad de que ocurra.
Más o menos esto es lo que nos ocurrió hace un poco más de quince días cuando comenzó nuestro viaje a la 6ª feria de Promoción de la lectura y el Libro en San José de Mayo, Uruguay a la que fui invitado por su organizadora la Maestra Celeste Verges.
Nuestra buena estrella, por decirlo de alguna manera, principió luego de pasar los controles aduaneros, en la sala de embarque del aeropuerto Silvio Pettirossi de la ciudad de Luque (Paraguay) ya que de inmediato con mis compañeros de viaje, Lita Pérez Caceres; Milia Gayoso y Rodney Zorrilla; nos percatamos que entre las personas que aguardaban en aquella sala se encontraban los integrantes del conocido grupo musical Guns & Roses. ¿Cuantos fans habían pagado, el día anterior en la presentación del grupo en Asunción, cuantiosas sumas de dinero para ubicarse en el palco Vip mientras nosotros compartíamos la cafetería del aeropuerto en forma totalmente gratuita?
Pero la cosa no terminó ahí, al llegar al aeropuerto de Carrasco (Montevideo) nos enteramos que, a pesar de ser las diez de la mañana, fuimos el ultimo vuelo que arribó ese día y el siguiente, ya que la ceniza de un lejano volcán chileno provocó la suspensión de todos los vuelos programados.
Desde nuestra llegada a San José la hospitalidad “Maragata” si hizo notar. Atendidos en todo momento a cuerpo de rey, fuimos hospedados en un paradisíaco lugar llamado “la colonia” propiedad del “BPS”.
Ubicado a un poco más de cuatro kilómetros y medio de la Ciudad de San José de Mayo, este lugar es el que todo escritor desearía para pasar una temporada mientras crea una obra. El silencio era apenas perturbado por el sonido de las hojas, de los innumerables plátanos y eucaliptos, al entrechocar; el canto cardenales, tordos, golondrinas y las bulliciosas cotorras, que anidaban sobre las copas de los árboles de un pequeño bosque cercano y el tren que todos los días pasaba, detrás de las cabañas donde dormíamos, a las cinco de la mañana.
Aunque apartado de todo, el complejo estaba equipado con todas las comodidades que pudiéramos necesitar, entre ellas, Internet y una pileta climatizada. ¿Acaso se puede pedir más?
Como estaba previsto, al día siguiente, lunes 17 de octubre, a las 18 horas se inauguró la feria librera en el emblemático Teatro Macció, con las breves palabras del Intendente local Sr. José Luís Falero, de la Asesora de Cultura Maestra Celeste Verges y la Presidenta de la Cámara Uruguaya del Libro, Alicia Guglielmo, seguidos por el majestuoso concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil “José Artigas” y el Coro “Ayre”.
A diferencia de otras ferias libreras, como ser la de Buenos Aires, Montevideo o inclusive la de Asunción en donde todo gira alrededor de la venta de libros y algunas presentaciones, la de San José se caracteriza por enfocarse estrictamente al fomento de la cultura, la lectura y las artes.
Distribuida en seis carpas ubicadas en la plaza 33 (dos destinada para exposición y venta de libros, una para las embajadas donde presenté mi novela “El fotógrafo de Loma Tarumá”, una para narraciones de cuentos, otra para exposición de cuadros y talleres de pintura y tejido, y finalmente una utilizada por la prensa para transmitir programas de radio en vivo); además del “Club Social” donde se desarrollo una feria infantil de ciencias y exposiciones, el Teatro Macció (con exposiciones pictóricas, proyecciones cinematográficas y espectáculos variados, y el “Espacio Cultural”(Banco “reciclado” en centro cultural) donde se desarrollaba la logística de la feria además de la exhibición de muestras de pinturas y esculturas.
El viejo dicho reza “Si la montaña no va a Mahoma este va a la montaña” y como muchas personas no pueden disfrutar de esta verdadera fiesta por distintos motivos, nos toco a los escritores llevarles la feria a donde ellos se encontraban. De este modo partimos a diversas instituciones entre ellas la Cárcel de Juan Soler, el Hogar de Ancianos de San José, y varias instituciones educativas entre ellas el Liceo de Libertad y otros de “Ciudad del Plata”, donde fuimos gratamente recibidos y con quienes compartimos nuestros trabajos en maratónicas pero reconfortantes visitas.
Mucho podría hablar de este evento en el que sobresalió la camaradería entre funcionarios municipales, habitantes de la ciudad y escritores venidos de distintas partes del mundo, entre ellos: Luz Samanés (Perú);Yaron Avitov (Israel); Paola Bradamante (Italia); Nidia Palacios (Nicaragua); Javier Alvarado (Panamá); Luciano Sarracín (Argentina); junto a los uruguayos Diego Fischer; Guillermo Degiovanangelo,Virginia Vintz, Niré Collazo y Lia Schenck, entre otros con quienes, mis compañeros y yo compartimos nueve maravillosos días.
Pero como si todo esto fuera poco, nuestra suerte no se acabó ahí el domingo 23, día en que se celebra el bicentenario del éxodo de Artigas, o “la Redota” como lo llaman los uruguayos, fuimos invitados a ver el desfile gauchesco en el palco oficial junto al presidente uruguayo José Mujica y de este modo salir por cadena nacional de televisión.
Para cerrar nuestra “increíble” visita a esta fiesta librera los miembros de la delegación paraguaya junto con directivos de la intendencia de San José sentamos las bases para la realización de un concurso de cuentos y poesía para adolescentes de 15 a 18 años entre Uruguay y Paraguay que titularemos “Premio Literario Charrua Guaraní”.
Finalmente quiero cerrar esta extensa nota agradeciendo además de a los funcionarios de la gobernación departamental entre ellos: la Sra. Celeste Verges y su equipo; el intendente José Luis Falero; Señor Juan Carlos Barreto, Director General de Cultura; el Dr. Hugo Ceretta, Asesor de Turismo y a todos aquellos que nos han invitado a formar parte de esta libroferia y que, de una u otra forma, han hecho que este maravilloso sueño sea una realidad.





No hay nada imposible, sólo se debe desear fuerte”.