Cuentos en el blog

sábado, 30 de octubre de 2010

Nueva novela sobre misterios de Egipto



 Nueva novela sobre  misterios de Egipto
Portada del libro de Alejandro Hernández                   

Este martes a las 19:30 se presentará la novela “El juego de los dioses” de Alejandro Hernández, en un acto a realizarse en la Biblioteca Municipal Augusto Roa Bastos, de la Manzana de la Rivera. La palabras de presentación estarán a cargo del escritor Juan de Urraza.
El “Juego de los dioses” es una novela de once capítulos, de la tetralogía “Travesías de Waty el escriba”  en la que la emocionante y enigmática historia egipcia, junto con la de diversos pueblos de la antigüedad, se funden con la ficción dando por resultado un apasionante relato en el que el lector es llevado a un mágico recorrido por las arenas de historia y el tiempo.    
Esta vez el escriba Waty, junto con su familia y amigos, además de enfrentar a envilecidos, lujuriosos y perversos personajes ávidos de poder, deberá traspasar las puertas de La Duat y restablecer el orden en el reino de Osiris, evitando que Aapep y sus huestes demoniacas impongan sobre Kemet y todo el mundo el imperio de las tinieblas.

Fuente: ABC Color 30 de Octubre de 2010 00:00

viernes, 29 de octubre de 2010

Lanzamiento "El juego de los dioses"

El martes 2 de noviembre de 2010 a las 19:30 horas, Alejandro Hernández y von Eckstein, realizará el lanzamiento del libro El juego de los dioses”. Dicha presentación se realizará en la Biblioteca Municipal Augusto Roa Basto.
El juego de los dioses, es una novela de 11 capítulos, ilustrados por el dibujante Juan Moreno, de la tetralogía “Travesías de Waty el escriba” en donde la emocionante y enigmática historia egipcia, junto con la de diversos pueblos de la antigüedad, se funden con la ficción dando por resultado un apasionante relato en donde el lector es llevado a un mágico recorrido por las arenas de la historia y el tiempo.
Esta vez el escriba Waty, junto con su familia y amigos, además de enfrentar a envilecidos, lujuriosos y perversos personajes ávidos de poder, deberá traspasar las puertas de La Duat y reestablecer el orden en el reino de Osiris, evitando que Aapep y sus huestes demoníacas impongan sobre Kemet y todo el mundo el imperio de las tinieblas y el mal.
Del mismo modo que en las tres novelas antecesoras, dioses y mortales, recreados gracias a la puntillosa manera en que se encara cada detalle, abren al lector una ventana temporal para que de manera original pueda captar situaciones, personajes, hechos, costumbres y lugares distantes tres mil trescientos años de nuestros días.

Se referirá a la obra el escritor Juan de Urraza

sábado, 23 de octubre de 2010

El hombre detrás de la mascara de hielo

 Un niño se cae y se pone a llorar mientras le sale sangre de la nariz. La madre, ve al pequeño y mientras lo limpia con su pañuelo le dice: “No es nada, no es nada, no llores...”¡Que no va a ser nada! Se reventó la nariz contra el suelo y le chorrea sangre...
Ejemplos como este abundan a nuestro alrededor y demuestras como de niños se nos ha inculcado a no exteriorizar, o tratar de ocultar nuestros sentimientos ya que estos son sinónimo de debilidad y fragilidad ante los demás. Nadie puede saber lo frágiles que “supuestamente” somos.
De este modo a medida que vamos creciendo exteriorizamos menos nuestro interior, “tragándonos” enojos, angustias, pasiones..., convirtiéndonos en "el hombre o la mujer de hielo", un ser rígido, frió y calculador, inmutable para todo el mundo, pero que se debate en una terrible lucha interna entre demostrar lo que los demás quieren ver y lo que realmente es.
Para el mundo somos el alto muro de una solida represa, sin embargo, tras ese muro se represa el corrosivo ácido de nuestros sentimientos reprimidos que poco a poco van carcomiendo internamente las paredes de aquella mega estructura que sucumbe desmoronándose ante los ojos de todos, derramando el torrente de todas las rabias, angustias, pasiones y enojos represadas transformándonos en el Increible Hulk, aquel gigante hombre verde de una serie televisiva de los años 70´, o simplemente destruyéndonos, cayendo enfermos, o tal vez simplemente consumiéndonos en nuestra agonía, nuestro veneno interno, y muriendo.
¿Por qué guardarnos todo aquel caudal de emociones que tenemos para compartir con el mundo? Si queremos abrazar o besar a alguien hagámoslo, puede que recibamos un cachetazo... o tal vez no.
Si alguien nos afecta física o emocionalmente demostremos nuestro enojo, el callar nos hará más mal que el golpe en la cara que podamos recibir.
Dejemos de ser la sociedad hipócrita que recibe al extraño empuñando una flor en la mano del frente y un cuchillo en la de la espalda. La convivencia no se construye sobre la base de mentiras e hipocresías sino sobre la sinceridad y la verdad.   

sábado, 16 de octubre de 2010

¿Es que acaso necesitamos de una desgracia para que trabajemos como se debe?

Por primera vez en mucho tiempo una “verdadera noticia” ocupó la primera plana de la mayoría de los periódicos americanos y del mundo, desplazando a las sanguinolentas, deprimentes y decadentes que ocupan la primera plana y a las que se nos tiene acostumbrados.
Sin duda lo que acaparó la atención de millones de personas esta semana fue el rescate de los mineros chilenos de las entrañas de la tierra.
Sirenas, petardos y hasta fuegos artificiales, en varios países, sonaron cuando la Fenix surgió de las entrañas de la tierra por ultima vez.
¿Quien dice que una buena noticia no vende?
Esta vez el ingenio del hombre y en especial la extremada sincronización llevaron a buen puerto la tarea. Se debía llegar al objetivo y para ello primó la capacidad de cada individuo, dejándose de lado diferencias y jerarquías.
Del mismo modo que Alemania y Japón demostraron que se puede resurgir de las cenizas de la guerra, los chilenos demostraron que sí es posible rescatar a un grupo de personas, a casi setecientos metros de profundidad, solamente con una buena coordinación y optimo aprovechamiento de los recursos disponibles, tanto humanos como técnicos.
Que distinto sería el mundo si tanto los gobernantes como sus gobernados, dejando de lado etnocentrismos, racismos, politiqueria, aplicaran todos sus recursos disponibles para desanudar los nudos que impiden su crecimiento como naciones y como seres humanos.
En el rescate chileno, todos lo pudimos ver, no importó si el que diseñó la capsula Fénix fue un “milico”, o de que partido político, o de cual club de fútbol era tal o cual rescatitista, solo importó que esa persona era la más apta para lograr con éxito el objetivo. Cada individuo hizo su parte dando todo de sí.
Es por ello que creo que esta caótica situación en la que estamos inmersos, en donde priman las anteojeras de fronteras, egoísmos, envidias, odios, alguna vez ha de cambiar. Si Alemania, Japón y Chile pudieron alcanzar sus objetivos fijados TODOS PODEMOS. Sólo espero que no sea necesaria una terrible desgracia, como la ocurrida en estos países, para que tomemos conciencia y nos pongamos a trabajar como corresponde.

viernes, 8 de octubre de 2010

La convivencia en el mundo de la comida rápida

Según el diccionario el significado de convivencia es simplemente “vivir en compañía de otro u otros”. Si partimos de la base que el hombre es un ser social por naturaleza, o sea que para realizarse debe relacionarse con otros ¿por qué es tan difícil convivir con alguien?
Cierto es que vivimos inmersos en un mar de personas con las que nos toca compartir gran parte de nuestro día a día; compañeros de trabajo; conocidos; vecinos; personas que pasan por nuestra vida sin mayor impacto que una charla banal o un intercambio de saludos. Pero cuando se refiere a una convivencia más intima... la cosa cambia.
En la mayoría de los casos la frase “Y vivieron felices por siempre”, lamentablemente, es solo aplicable a los cuentos de hadas y duendes.
¿Por qué cada vez más frecuentemente el tiempo que una pareja vive como tal es tan breve? La respuesta a este dilema no creo que sea una sola, pero intuyo que una de las principales razones es que antes de compartir nuestra vida con alguien debemos convivir con nuestro yo interior, conocernos a nosotros mismos y una vez que lo hayamos hecho, una vez que distingamos nuestras metas, principios, fortalezas, debilidades, debemos ser coherentes con ellas y no dejarnos llevar por imposiciones foráneas a nuestra esencia, solamente por el hecho de “no estar solos”.
Hoy en día la vida de la “comida rápida” nos ha llevado a ir del saludo a los “bifes”. Dos personas se conocen en una fiesta y, al terminar esta, ya se están “encamando”. Lo pasajero reemplaza a lo esencial. Nuestra sociedad se a trasformado en una colectividad de cazadores de presas, sin importar que estas sean compatibles o no. Nos transformarnos en “camaleón” simplemente porque queremos conquistar a una “presa” que aunque “apetecible” es como el agua y el aceite con respecto a nosotros, a nuestra esencia. Como dije hace tiempo en este mismo blog, el agua y el aceite al centrifugarse se transforma en una emulsión, sin embargo, como sabemos, las emulsiones tienen, al igual que las parejas modernas, corto periodo de vida como tal, ya que al poco tiempo vuelven a separarse debido a la diferencia de densidades o “de caracteres” en el caso de las parejas.
Es probable que dos personas que se conocen en una discoteca, pub, boliche, o como quieran llamarlo hoy en día, apelen a la frase “amor a primera vista”, para encamarse a
la salida, pero como dicen también ¿de que primera vista me hablan si el amor es ciego?
Una pareja surgida de este tipo de encuentros tiene muy poca probabilidad de éxito en la continuidad de la misma ya que la “calentura” hace perder toda perspectiva de todo lo que no se refiera a... bueno ya saben.
Decía mi abuela “por más que el diablo se esconda siempre deja la cola fuera de la olla” No porque un gato negro se pinte una franja blanca en el lomo será un zorrillo.
La convivencia, como un edificio, debe fundarse sobre cimientos y pilares firmes y estos son incompatibles con la mentira, el engaño y el apasionamiento resultante de una “fiebre del sábado por la noche”. A nadie se le ocurriría construir un edificio sobre un pantano. Tampoco podemos formar una pareja con alguien por el simple hecho “que tenga buenos atributos” sin cotejar que nuestros principios, metas, etc., son similares.
Debemos revelarnos tal cual somos, no como quieren los demás que seamos, y no desesperar, ya aparecerá quien sintonice con la imagen que irradiamos.
Como dije, debemos mostrarnos tal cual somos, descubrir con calma a la persona con la que pretendemos convivir y esperar que la otra parte actúe del mismo modo. Tal vez de este modo como en los cuentos, podamos vivir felices por siempre.