Cuentos en el blog

jueves, 23 de julio de 2015

El "NO LUGAR"

Imagen de Internet
Luego de publicar mí articulo sobre el día de la amistad en mi blog y en mi perfil de Facebook varios conocidos me preguntaron ¿Por qué al referirme a los Shopping hablaba de “NO LUGAR”
Esta definición, que he descubierto y adoptado gracias a una escritora costarricense y que pertenece al antropólogo Marc Augé , me parece la más acertada para estos gigantes monstruosos que lentamente van devorando y despersonalizando a la ciudad sin que nos demos cuenta.
¿Por qué digo despersonalizando? Sencillo, porque lo hacen, ya que no hay nada que diferencie a estas moles de vidrio y cemento de algún par en otra ubicación del país o del mundo. Al conocer uno se conocen a todos.
Compuesto por un conglomerado de tiendas comerciales con carteles brillante y marcas rimbombantes, algún banco o cajero automático (indispensables para que el visitante no deje de gastar), un patio de comidas, probablemente cines, un supermercado, junto con otros accesorios que no hacen diferencia y que sirven de gancho para el ingreso al lugar causando el mismo efecto de una luz a una despreocupada polilla, el no lugar va abriéndose paso en el inconsciente mundial.
Los “no lugares”, al igual que otro monstruo llamado estacionamiento, construidos sin ningún remordimiento o protesta del publico, devoran sin piedad  trozos de la antigua ciudad y su historia. Ya no sorprende ver, el impune derribo de centenarios árboles, edificios de estilos arquitectónicos característicos de una época o viviendas pertenecientes a personas que marcaron he hicieron la diferencia en su momento, cayendo bajo las topadoras, picos y palas del supuesto avance de la civilización, modernidad y trasformarse en otro reluciente centro comercial.
Puede que el no lugar, y junto a él los estacionamientos aledaños, nos “venda” la idea de confort y  todo al alcance de la mano… tanto que en un futuro no tan lejano no tendremos la necesidad de viajar a París, Roma, Tokio o cualquier otro destino del mundo ya que éste, si se sigue a este ritmo, será un gigantesco NO LUGAR.

“Aquel que desconoce e irrespeta su pasado y los vestigios de este, no puede comprender su presente y se queda irremediablemente sin futuro.”

lunes, 20 de julio de 2015

Día de los INCONDICIONALES


Como todos los años para esta fecha, los saludos y felicitaciones vuelven a llegar.
Esta peculiaridad se debe, en su mayoría, a que el gran dios creador de costumbres lucrativas que reina en todos los “no lugares” (léase Shopping) y conexos lo ordena. 
Por supuesto esta “divina providencia”, contribuye a que los comerciantes llenen sus bolsillos con el vil metal a cambio de baratijas que de otra forma no tendrían ninguna salida. 


Tanto es el grado de “zombismo” y obediencia a este ser invisible, que lamentablemente y a pesar de millones de mensajes, tarjetas, e-mail, con reflexiones sobre la amistad, el real significado de esta queda en el olvido y con un bolígrafo, un señalador, o una taza, ya se ha “cumplido” con el “pesado” de la oficina que nos toco en suerte en un papelito entregado por alguna voluntariosa y abnegada secretaria que cumple con este mandato divino.


Sin embargo, existe un grupo reducido de personas que entienden y coinciden que un verdadero amigo, muchas veces más significativo y más querido que un pariente impuesto por la genética, es como una extraña y exótica semilla que luego de germinar se enraíza en las fibras más íntimas de nuestro ser haciendo de los individuos, ahora amigos, un ente que ni la distancia ni el tiempo pueden separar. O como dijo Arisóteles:



"Un alma que habita en dos cuerpos, un corazón que habita en dos almas."


A mi entender, no es necesario un día para recordar a esos seres, a los que yo llamo "hermanos del corazón" y a quienes estamos unidos por un extraño cordón invisible que nos hace presentir que algo esta mal y que necesitan de nosotros. Un día para agasajar a esos incondicionales por los cuales responderé, y responderán, cuando sea y donde sea necesario. Ese día es todos los días del año y ninguno en particular. 
Porque como dice uno de los tantos mensajes que rondan el ciberespacio:


“Los verdaderos amigos son como las estrellas, tal vez no se puedan tocar o inclusive ver pero, pueden estar seguros, que allí están y estarán por siempre”.

Muchas felicidades a los que forman parte de esta familia que, sin genes compartidos, fusionan sus almas con la mía.

martes, 14 de julio de 2015

31 años en Paraguay


Era la mañana del 13 de julio de 1984 cuando cargado como “equeco” partí, con mi familia, hacia el norte. El sol no había salido todavía y el frío congelaba el aliento creando una gélida barba blanca al pasamontañas de mi hermano.
Luego de un apretujado tren y un breve recorrido en subterráneo llegamos a la terminal de ómnibus de Buenos Aires donde nos aguardaba el vehículo que nos llevaría a Asunción.
Después de largas he interminables 19 hs, previo paso por la aduana de Clorinda, llegamos a Puerto Falcón la mañana del 14 de julio. Descendimos del ómnibus y nos indicaron que nos dirijamos a una habitación donde un gigantesco cuadro de Stroessner nos aguardaba sobre uno de los muros, junto a un deslucido mapa de Paraguay. En este lugar visaron nuestros papeles y previo pago de la “tasa de ingreso” nos permitieron continuar viaje a Asunción.
Hoy, 31 años me separan de aquel viaje que fue seguido por muchos más y que a su vez me llevaron a disfrutar de otro tipo de viaje, el creado por mí, con el cual pude hacer viajar a muchas personas e introducirlas en los laberintos de la literatura de ficción.
Tres décadas y un año de lapachos floridos, de flor de coco, de abrasadores veranos y templados inviernos, de conocidos que van y vienen, de oportunidad de ver de cerca a un Rey (el de España) y dos papas, además de una decena de presidentes. 31 años donde situaciones y personas fueron fraguándome y haciéndome ser, bien o mal, quien soy hoy.
Por estos 31 años… Gracias Paraguay!

lunes, 13 de julio de 2015

Sigamos haciendo "lío"

La distinguida organización y coordinación de ciudadanos comunes, entes civiles y públicos debido a la venida del Papa Francisco, elogiada por varios medios internacionales, demuestra que cuando se quiere se puede.
Bomberos, funcionarios municipales y de migraciones,  militares, periodistas, servidores y la gente en general, realizaron un trabajo titánico que finalmente logró su objetivo: Mostrar al mundo un país amigable, servicial y digno de ser visitado sin envidiar nada a nadie.
Entonces yo me pregunto: Si se logro lo que se logró ¿Por qué debe venir alguien para que se pueda hacer una “liera” diferencia? ¿Es necesaria una influencia externa para pintar, barrer, tapar baches, atender de la misma manera al nacional como al extranjero, trabajando coordinados y juntos? ¿Será que podremos, por el esfuerzo individual y coordinado de todos ser reconocidos internacionalmente por ser siempre de esta manera y no por un hecho aislado?
¿Será que a medida que los días pasen la suciedad, la intolerancia y el “ya da” vuelvan a reinar  y volvamos a ser conocidos como la ciudad verde debido a los frondosos árboles que crecen en techos y muros de la ciudad? Una ciudad donde no importa que caiga otra casa antigua simplemente para hacer un estacionamiento más, o un país en donde la desidia de cada uno llena su entorno con residuos arrojados a un raudal o por la ventana de un colectivo o automóvil.
La escritora J K Rowling dijo: “No necesitamos magia para cambiar al mundo, llevamos todo el poder que necesitamos dentro nuestro”

El cambio depende de cada uno de nosotros y no es necesario mucho, sólo es necesario seguir haciendo lío como el que se hizo en estos últimos días.  

miércoles, 1 de julio de 2015

Egipto y el patrimonio de la humanidad nuevamente en peligro

Hace unos días leí con gran pesar y preocupación que un religioso kuwaití, que apoya al Estado Islámico, proclamó que “ya es tiempo de que los musulmanes borren de la faz de la Tierra la herencia de los faraones egipcios” y hoy me enteré de atentados en El Cairo y en la península de Sinaí con elevado saldo fatal.
Mí pesar es porque estas palabras y hechos pueden prender en el espíritu de fanáticos llenos de sed de destrucción y hagan lo mismo que en el 415 DC hicieron los seguidores cristianos del obispo Teofilo a la Biblioteca de Alejandría y a los centenares de personas contrarias al pensamiento de “no permitir que la inteligencia y la cultura griega siguieran floreciendo”. Consigna esta última bajo la cual fue asesinada a pedradas la Filosofa, física y matemática Hypatia ultima defensora de la afamada biblioteca, cuya destrucción retrasó por cientos de años el curso de la evolución de la humanidad.
Mi preocupación se debe a que estos fanáticos ya han destruido otros lugares como, la histórica ciudad de Nimrod y lucrado con el pillaje realizado gracias a los inescrupulosos del mercado negro, privando al mundo de un retazo vivo de la historia, una capsula del tiempo donde reflexionar sobre nuestro presente y porque no pensar sobre nuestro futuro ya que “un pueblo sin pasado no puede entender su presente y mucho menos proyectarse a un futuro”.
Quisiera preguntar a este religioso Kuwaití, a los responsables del robo y destrucción en el museo de Irak durante la “intervención internacional” para el derrocamiento de Husein, a los que arrasaron y pillaron en los museos de El Cairo, Alejandría Luxor, Karnak, durante el derrocamiento de Muhammad Hosni Sayyid Mubarak, a los que a cañonazos demolieron a los Budas de Bāmiyān en Afganistán, o a los patoteros de Green Peace que destruyeron las líneas de Nazca. ¿Que beneficio, en defensa de un ideal, creencia u objetivo, puede traer el robar o destruir el patrimonio cultural? Tal vez todos tengan una respuesta que explique pero que de ningún modo justifica este bárbaro atropello al patrimonio cultural de la humanidad.
Es muy probable que, a pesar del clamor de muchos ciudadanos del mundo en defensa del patrimonio de la humanidad, estos vándalos se consideren a si mismos “patriotas” y dependiendo del giro de los acontecimientos sean recompensados por su “divina participación” o sus manos cortadas por ladrones, pero pase lo que pase el daño que han causado jamás podrá borrarse.
Verdaderamente me duele mucho ver tanta destrucción causada por la intolerancia y necedad humana, por lo que más allá de los intereses políticos y religiosos que se hallan agazapados detrás de estos sucesos deseo con todo mi corazón que el Nilo vuelva a correr sin sangre, que el sol ilumine nuevamente el rostro de los egipcios y que las reliquias del pasado perduren por siempre para con ellas la humanidad pueda aprender y conocerse a sí misma.
Defendamos al patrimonio cultural de cada uno de nuestros países para el bien del mundo entero.

El hambre puede ser combatido, la injusticia condenada, la contaminación vencida y un gobierno derrocado, pero no se puede hacer nada por la destrucción causada a las huellas que el hombre ha dejado por su paso por la tierra.