Cuentos en el blog

jueves, 10 de abril de 2014

SOBRE NUEVE VIDAS DE ALEJANDRO HERNÁNDEZ


Quiero compartir con ustedes la crítica literaria realizada por el crítico Valenciano José Vicente Peiro, la cual será publicada en la revista digital de la Sociedad de Escritores del Paraguay, SEP Digital, a finales del mes de abril (www.sepy.com).
Muchas gracias José!!!

Uno de los escritores más activos de Paraguay, tanto dentro de la Sociedad de Escritores como por número de publicaciones, es Alejandro Hernández. Argentino de nacimiento (Buenos Aires, 1966) residente en Asunción desde 1985. Sus numerosas novelas, de las que hablaremos próximamente, no deben ocultar la existencia de un atractivo libro de cuentos suyo titulado Nueve Vidas.
Editado en junio de 2012, no sabemos si estamos ante un libro o ante el propio Alejandro Hernández. Lo afirmo en función de que las historias que en él se incluyen están llenas de bondad y de optimismo, como es él. No siempre la literatura ha de contar desdichas. De niños y jóvenes nos gustaban esas historias donde los mosqueteros derrotaban a Richelieu y su taimada aliada, e Ivanhoe restituía al verdadero rey frente al usurpador Juan Sin Tierra. Incluso las aventuras del pícaro Lázaro de Tormes no finalizan mal, dado que va ascendiendo socialmente a costa de ir perdiendo la honra, pero come aun a costa de poseer unos cuernos propios de un cebú. Pues si: el optimismo no es una característica negativa para el hecho literario, puesto que ha de evaluarse como concepto artístico y no como énfasis moral. ¡Hasta la literatura de amor solía acabar bien y la chica conseguía al joven apuesto! ¿Valores conservadores? ¿Subliteratura? Visto el panorama al que ha llegado la sociedad, digamos que más bien los valores conservadores proceden más de la economía que de la literatura. No justifiquemos pues que el optimismo sea un aspecto negativo en toda obra literaria. No toda la poesía amorosa de Neruda es fruto de la desesperación: también existe la del gozo.
Estos relatos de Alejandro Hernández rezuman vitalismo, ganas de superar las adversidades con unos planteamientos alejados de la ingenuidad. Son retablos de episodios de la vida cotidiana. Nelson Aguilera comenta en el prólogo que cada una de las nueve vidas narradas es una lección de vida, a lo que añadimos la preponderancia del relato sobre cualquier componente moral. Aguilera expone el sentido de la obra en virtud de la perfección, dado que las historias nos permiten meditar sobre la vida, y que cada lección está unida a la realidad, el amor, el pasado, la fantasía, el sueño o los cuestionamientos metafísicos que unen el más allá con el presente. Así, “La florista” es un canto al amor: el matrimonio será una institución pero no puede impedir el amor auténtico de Andrés hacia Violeta. Pero, además, en este relato se subliman los sentimientos sobre lo material. Carla, la esposa pediatra, es práctica, valora el dinero, un buen trabajo y el patrimonio, pero Andrés es capaz de abandonar una vida cómoda por el amor.
Lo sobrenatural aparece en “La residencia Gremlin” pero no como un elemento puramente fantástico. Hernández lo emplea para valorar el pasado, para reivindicar la pervivencia del patrimonio histórico. Un centenario edificio va a ser derribado, pero finalmente algo misterioso sucede para que el intendente dé marcha atrás en su decisión. Y así la muerte también se abre paso en el relato del autor, cuando en “Vacaciones con mi abuelo” sobrevive la poesía y las historias al propio deceso del abuelo, que ha dejado sus sueños plasmados en papel. La ternura está presente en todos los relatos, incluso esa ternura del fracaso en “El invisible del subterráneo”, donde un vagabundo cuenta cómo fue un hombre triunfador pero determinadas circunstancias le condujeron a la indigencia absoluta.
El tema del Egipto antiguo, tan amado por el autor, como se trasluce en su primera novela Conspiraciones faraónicas, primera parte de la teatralogía “Travesías de Waty el escriba”, es el germen de “La decisión”, un excelente relato sobre el misterio de la vida ulterior. Esa muerte que está presente en el autobús de “El chofer”, pero que al final se frustra porque el protagonista decide vivir, haciendo gala de ese vitalismo tan defendido por Alejandro Hernández en sus relatos. O en “Bobi”, que recorre la experiencia de la muerte de un perro que ha sido abandonado por sus dueños.
También hace gala Hernández del relato metaliterario en “El secreto de la biblioteca”. ¿Cuál es el secreto de los libros?, se pregunta el personaje e interroga al lector. Ahí queda el reto de la profesora Margarita. Porque la felicidad existe si se recupera el valor de lo humano, como ocurre en “Cuando crezcas lo entenderás”, el cuento que cierra la obra, donde la protagonista abandona su buena posición laboral a cambio de “la remera de mi familia”.
Al final el autor añade una apostilla por medio de la que explica que las nueve situaciones de las que parten las historias ponen de relieve la importancia de lo que puede poner la vida delante de tus ojos cuando menos lo esperas. Valores como el agradecimiento, la esperanza, el cariño, hoy en día tan cuestionados por la ideología materialista imperante, siguen existiendo y no morirán jamás. Las historias de Alejandro Hernández quedan lejos del buenismo, sin embargo: optan por la bondad de lo cotidiano y del ser humano, alegando la necesidad de desvestirse de lo artificial y optar por la naturalidad del corazón. Todo ello narrado sin alardes formales ni exquisiteces fatuas, con un estilo simple y preciso por medio de estructuras prospectivas forjadas en el presente de la narración.
Lástima de que Hermes no sea el conductor de la barca del río de Leteo, confusión imperdonable del dios mensajero con Caronte. Una pena, un punto negativo, para la recreación de este mito clásico en el cuento “El chofer”, dado que es uno de los más logrado del libro como potencia narrativa. El lector se sentirá apenado por esta confusión importante. Aun así, podrá disfrutar de un canto a la vida que permite reconciliarnos con las virtudes humanas.
José Vicente Peiró Barco




3 comentarios:

  1. Excelente critica! Ya me dieron ganas de leer! Apenas termine la trilogia del Fotografo de Loma Taruma ! Estoy a la mitad de NI EL FUEGO NI LA MUERTE compro tu libro Alejandro!! EXITOS!!

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  2. Me alegro que te haya atrapado la trilogía de "El fotógrafo de loma Tarumá". Si queres cuando compres NUEVE VIDAS podes hacerlo en SERVILIBROS los sábados de 11 a 12 nos reunimos varios escritores así podríamos charlar. Un ciberabrazo.

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  3. Me alegro que te haya atrapado la trilogía de "El fotógrafo de loma Tarumá". Si queres cuando compres NUEVE VIDAS podes hacerlo en SERVILIBROS los sábados de 11 a 12 nos reunimos varios escritores así podríamos charlar. Un ciberabrazo.

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