Desde que las
primeras personas se reunieron a la luz de un tímido fogón, tal vez en una
oscura caverna mientras los truenos los hacían temblar, las historias de terror
estuvieron presentes. Es muy posible, que a pesar del pavor que aquellas
historias despertaban en los oyentes estos insistían al relator que volviera a narrarlas
una y otra vez. Miles de años después, muchos de nuestros contemporáneos,
siguen consumiendo historias terroríficas, chorreantes de sangre y con
grotescos escenarios repletos de cadáveres, en busca de un solo objetivo.
Sentir miedo.
Este placer por lo tétrico compartido tanto
por los primeros Neandertal con los Millennials, o los jóvenes de la generación
Z de hoy, se debe a que, psicológicamente hablando, el miedo es una emoción
negativa que provoca que el cuerpo, segregue el neurotransmisor conocido como adrenalina,
el cual se encarga de activar la respuesta de lucha o huida ante la situación
de peligro. Paradójicamente, esta sensación que eleva la presión arterial,
aumenta los latidos del corazón, la respiración, inclusive después de varios
minutos de haber dejado de leer, es la que atrae a los amantes del género de
terror. Es así como el lector, al ponerse en la piel del protagonista,
experimenta los efectos de la adrenalina que debería sentir este, aunque en la
seguridad del mullido sillón de su sala o donde quiera que este leyendo.
Mia Duarte, autora de esta novela, desde muy
joven comenzó a sentir ese placer por la literatura de terror. Ferviente
consumidora de los cuentos y novelas de Poe, Shelley, Stoker, King y otros, no
tardó a crear sus propias historias. Y fue así que, en 2017, con solo 12 años,
publicó el libro de cuentos “La sonrisa y la sombra” y posteriormente, en 2020,
“Relatos espectrales”. Con este antecedente sus lectores nos preguntábamos
¿Para cuándo la novela?
“El Aprendiz de
Conjunto” es una novela construida como un intrincado puzle de atrapantes y espeluznantes
situaciones que van aumentando en intensidad hasta llegar al inesperado final.
Ambientada en un
lúgubre claustro, el personaje principal "Tirso" intenta, sin perder
su poca cordura, escapar del tenebroso lugar, rodeado por una muralla viva, de
espectros huecos, caníbales y tenebrosos seres devoradores de espíritus.
Espero que al leer
cada uno de los diecinueve capítulos su adrenalina se dispare, su pulso se
acelere y su corazón lata tan fuerte que se vean obligados a recomendar esta novela
a otro cultor del género de terror. Que lo disfruten.
Alejandro Hernandez
y von Eckstein