Cuentos en el blog

viernes, 12 de febrero de 2010

¿Quien tiene la verdad?


Nada es verdad ni mentira, todo depende con el color del cristal con el que se mira” dice el viejo dicho que sienta sus bases en que dos personas pueden percibir de manera distinta un mismo hecho. Esto se debe a muchas pequeñas circunstancias, entre ellas, el hecho que dos personas no pueden ocupar el mismo lugar al mismo tiempo y por lo tanto, no poder percibir exactamente un mismo hecho o suceso. Ambos sujetos han visto el “evento” pero cada uno puede tener conceptos muy distintos de ese mismo. Ambos tienen “su verdad”, pero... ¿Quien tiene la verdad?
Desde sus orígenes el hombre fue impulsado por la sempiterna búsqueda del conocimiento, “la verdad de las cosas”.
Pero ¿qué es la verdad?
Conceptualmente podemos decir que verdad es la conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente, o sea el emparejamiento entre lo que es y lo que creemos que es.
Es gracias a este subjetivo significado y al inconformismo del hombre que tenemos el presente grado evolutivo. Sin embargo, el proceso dinámico de esa búsqueda ha sido frenado e incluso torcido, en muchas ocasiones, por personas o instituciones que vieron amenazadas “sus verdades” porque los nuevos conceptos o caras de la verdad eran inconvenientes para sus intereses, casi siempre por motivos políticos o religiosos. De esta manera se asesinaron personas y quemaron sus investigaciones simplemente por el hecho de “emparejar” de manera distinta un hecho al concepto establecido.
Es en este punto que volvemos a preguntarnos ¿Quien tiene la verdad, el señor inquisidor o el “hereje” que decía que la tierra giraba alrededor del sol?
Muchos por conformismo o miedo pudieron aceptar a rajatabla la “verdad” del inquisidor, no obstante ese “hereje” luego de ser juzgado y quemadas sus investigaciones dijo al salir del juicio: “pero igual se mueve”.
Es cierto que debemos tener maestros que guíen nuestros primeros pasos en el camino del conocimiento, de la “búsqueda de la verdad”, pero somos nosotros los que debemos transitar el camino y gracias a tropiezos y aciertos llegar a nuestras propias conclusiones que pueden ser muy distintas a la de aquellos que nos abrieron las puertas del saber e inclusive a las de los que nos rodean.
No es malo creer de manera distinta que la mayoría, lo malo es renegar o amordazar a la “verdad” que nuestro interior nos grita por temor a ser señalado como “bicho raro” y apartado del resto de las personas.
Todo en el universo esta en continuo movimiento y es por eso que lo que hoy es, mañana puede dejar de serlo.
¿Quien tiene la verdad entonces?... Puede que nadie... o como diría Gorbachov: La verdad solo la tiene el repartidor de periódicos de Moscú, refiriéndose al periódico “Pravda” (Verdad) que circulaba en la desaparecida Unión de Republicas Socialistas Soviéticas.

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