Cuentos en el blog

domingo, 1 de agosto de 2010

¿Quién te creés...?

La otra tarde viajaba en un ómnibus, por las polucionadas calles asuncenas, mientras era obligado a escuchar una monótona y chabacana emisora de radio que era difundida a todo volumen por los potentes parlantes del desvencijado transporte público. De pronto la señora que se encontraba al lado mío, tomando una gaseosa, abre la ventanilla y arroja el envase plastico a la calle. Indignado protesto por la desconsiderada actitud de la mujer quien, más ofendida aun, además de decir ¿Quién te creés que sos para llamarle la atención? expresó a continuación ciertos epítetos relacionados a mi nacionalidad ireproducibles en este texto.
Por supuesto los demás pasajeros observaban de tal manera que daban a entender que el irreverente, maleducado, e incivilizado era yo y no la pobre señora que lo único que hizo fue tirar su basura por la ventanilla. Caramba... que pensaba yo cuando hice mi reproche, ¿Qué guarde la botella en su cartera para tirarla en algún cesto?...
Baje del colectivo y miré a mi alrededor. Botellas de plástico, boletas de colectivo, papeles, latas de cerveza, tapas corona, e infinidad de residuos se encontraban por donde uno mire. Algunos podrían decir que es la inevitable consecuencia de la civilización. Pero ¿Qué es la civilización?
La palabra civilización proviene del latín “civitas” y ésta a su vez de “civis” que es ni más ni menos que ciudadano, habitante de una ciudad y fue incorporado como término por los enciclopedistas franceses del siglo XVIII como oposición al de barbarie diferenciando de esta manera a los pueblos primitivos o bárbaros de los civilizados o progresistas.
Entonces me sigo preguntando: ¿Una persona por vivir en una ciudad moderna y progresista debe considerarse civilizado? Y si así fuere ¿cómo debemos llamar a los aborígenes que en el medio del monte cuidan su medio ambiente? ¿Es un acto de civilización tirar bolsas plásticas a los ríos y mares perjudicando directamente a la indefensa fauna?
A nadie le cuesta guardar los pequeños papeles y otros residuos para luego tirarlos en distintos tachos para después poder reciclar... Pero no... Es mas fácil tirar nuestra basura ahí mismo donde estamos, total el que viene atrás que limpie, o si no ¿Para qué esta el barrendero?
Vivimos inmersos en un gran basurero, y lo peor, es que nos gusta y obligamos al resto del planeta a que le guste. Y sí, nos gusta porque nos han hecho creer en que todo ese cumulo de basura es parte de las comodidades que disfrutamos y que no poseen los pueblos primitivos. Es el precio que trae con sigo la civilización...¿La civilización?

1 comentario:

  1. Ahora me quedo en este interesante post.

    Me parece algo tremendo que, se tiren papeles al suelo ¿acaso en casa hacemos eso? pero lo que también me parece tremendo es que, cuando desees tirar un papel a la papelera, te encuentres con ella rota, eso suele ocurrir muy frecuente, y es que vamos avanzando en tecnología y civilización, pero vamos decreciendo en cuanto a humanidad.

    ¿Qué trabajo nos cuesta mantener nuestras ciudades limpias? ¿al igual que las cosas en buen estado?

    Incluso en playas te encuentras con plásticos en el suelo, botellas en el agua, y botes en la arena, es algo repugnante ver esas imágenes.

    Mil gracias por haberte acercado a mi blog.

    Volveré al tuyo porque le encuentro interesante.

    ¿También estás por Facebook?

    Un beso.

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