Cuentos en el blog

viernes, 18 de diciembre de 2009

Por mi patria y mi bandera



Un gastado chiste, que contaba cuando era niño, se refería a tres personas de un mismo país, que al ver la situación desastrosa por la que este estaba pasando habían decidido ofrecerse en un acto de arrojo a su nación. Los tres subieron por las escaleras del edificio más alto de la capital y al encontrarse en la terraza, el primero, se acerca a la cornisa mira hacia abajo se persigna y dice para luego arrojarse al abismo:
-¡Por mi patria y mi bandera!
El segundo orgulloso y animado por lo que su paisano acababa de hacer, corre hacia la cornisa y se arroja gritando las mismas palabras que el anterior.
El tercer hombre, se acerca a la cornisa mira hacia abajo y luego de ver los cuerpos de sus camaradas, retrocede unos pasos, para luego, dirigiéndose a la escalera, decir:
- Por mi patria y mi bandera... yo me bajo por la escalera...
Lejos de querer juzgar si este relato es gracioso o no sirve para desvestir la actitud de las personas ante una situación.
A primera vista los dos primeros “ofrecieron su vida por su patria y su bandera” mientras que el tercero huyó de aquel arrojo patriótico, heroico, o como quieran llamarlo, aunque podemos decir también que “hombre que huye a tiempo sirve para otra batalla”. Por ello me pregunto ¿Hasta donde debe ir nuestro compromiso con la comunidad o país en donde nos encontramos o nacimos?
Si nos remitimos a la naturaleza vemos que miles de hormigas mueren ahogadas para, con sus cuerpos, hacer un puente sobre el cual el resto de la colonia pasará para ponerse a salvo en una inundación o para cruzar a la otra orilla del río en donde se afincará la colonia.
Con esto no justifico que nos arrojemos de un edificio “por el bien de la patria” si no que cada uno, como las hormigas, tome el compromiso de cumplir con su función en la sociedad para el bien de esta. Hacer lo mejor que sabemos de la manera más eficaz y eficiente.
No es necesario tirarse de un edificio para sacar del poso de problemas ambientales, delincuencia, mediocridad, ambición, desesperanza, a un país, una región, o al mundo entero. Solo debemos sacar lo mejor que tenemos de nosotros mismos y ofrecerlo a los demás.
Por todo esto... por nuestra patria y nuestra bandera, no nos arrojemos al abismo de la desesperanza ni nos bajemos por la escalera del facilismo. Miremos como desde donde estamos podemos aportar nuestro granito de arena para que nuestro mundo sea un lugar mejor donde vivir.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario