Dando la vuelta por internet, me he dado cuenta que en estas últimas dos
semanas se ha presentado a “el amor”, como tema recurrente. Desde poesías,
pasando por algunos cuentos, hasta análisis sociológicos, todos los
artículos giraban en torno a este peculiar tema. ¿Será que una pandemia amorosa
ha invadido el ciberespacio?
Y no es para menos, este tema mueve al mundo y a los seres que en el
habitan. ¿Quién no ha estado enamorado o al menos creyó que lo estaba? ¿Quién
no se vio reflejado en aquellos grandes ojos de esa persona “especial”?… ¿De aquella musa?
Todos hablan de ese sentimiento que alborota nuestro ser. Esa chispa de luz
que, según algunos, puede verse en los ojos de la persona amada y hace que
nuestra alma vuele libre.
Todos hablamos del amor, pero… ¿Sabemos que es en realidad? ¿Podemos
reconocerlo cuando lo tenemos en frente y se apodera de nuestro ser?
¿Existe o es una simple excusa, una treta, un medio y no un fin? Y cuando digo
“fin” me refiero al amor como sentimiento, no al físico.
Cualquiera puede darse cuenta de la importancia de esta simple palabra luego de ver en el diccionario, la cantidad de significados que tiene.
Desde los platónicos, que exaltan los sentimientos más sublimes y etéreos, a
los freudianos, donde se lo reduce a un simple “magnetismo” para procrear, el
amor ocupa un lugar preponderante en nuestras vidas y sociedades.
Particularmente creo que el amor es mucho más que aquel significado tan
difundido, en el cual, se lo limita a una verdadera cacería de géneros limitándose
al simple objetivo de intercambiar fluidos y carga genética.
Como dice la canción del cantautor brasileño Roberto Carlos, cada vez
quedan menos “amantes a la antigua” aquellos que regalaban flores y se tomaban
su tiempo para enamorar y valorar a su amada/o. Hoy, en la época de la
inmediatez, de la “comida rápida”, ya no hace falta “arrastrar el ala”,
escribir poemas, inventar canciones, sólo basta una fiesta, dos copas y… ¡A la
cama!
Es posible que los conceptos freudianos se hayan impuesto y a nadie le
importe un bledo aquello de la “unión eterna de las almas”. Después de todo,
nadie nunca vio un alma y lo eterno… es mucho tiempo y, a la mayoría, con un
ratito le basta. Es que, al parecer, son más los que creen que es más
“divertido” y “gustoso” salir a cazar sin que importe lo que pase “el día
después” con aquella presa conquistada, arrojada al olvido y transformada en
otro despiadado cazador que irá por la vida “envenenando” a sus propias víctimas
al mejor estilo de los vampiros o vampiresas. O que, tal vez, dolida camine
errante por la vida mendigando amor… y sólo conseguir ser nuevamente una presa,
una eterna victima encerrada en su inmediatez.
Sin embargo, creo que todavía somos muchos los que creemos en “ese
sentimiento” sublime que está más allá de una simple cacería, de las barreras
ideológicas, de las razas, o de las religiones. Ese sentimiento, que nos dice
“no hagas lo que no quieras que te hagan”, porque a nadie le gusta auto
flagelarse. Esa sensación que guía a las almas fusionadas hacia la luz
primigenia.
Y finalizando estos divagues, para aquellos amantes a la antigua, les dejo
este fragmento de poesía del brasileño Mario Quintana, titulado “Nunca digas te
amo si no te interesa”.
“Nunca hable de sentimientos si estos no
existen.
Nunca toque una vida si solo pretende romper
un corazón
Nunca mire a los ojos de alguien si no quiere
verlos derramar lágrimas por su causa.
La cosa más cruel que alguien puede hacer es
permitir que alguien se apasione por uno cuando uno no pretende hacer lo
mismo.”
Después de todo ¿para qué perder tiempo y energía en alguien que no nos
interesa mientras nuestra “pieza perdida” sigue extraviada?
Hola ALEJANDRO
ResponderBorrarEstoy de acuerdo contigo, el amor es un tema recurrente en el ciberespacio justamente por ser uno de los que mayor demanda tienen, sea por que se sufre algún desengaño, surge una nueva ilusión o se quieren encontrar nuevos recursos para mantener viva la llama del amor.
En esta era del "fast food", del Ipod,etc. donde todo se logra de manera rápida con sólo apretar un botón, no queda tiempo para dedicarlo a la conquista, los logros tienen que ser "ya", y a la misma velocidad surgen los matrimonios y los divorcios.
Sin embargo, si bien las formas y las maneras de acceder al amor han cambiado con el tiempo, en el fondo todos anhelamos aquel sentimiento profundo, indescriptible que nos une con el ser amado, quiera que seamos conscientes de ello o no, eso es lo que queremos, aunque muchas veces accedamos a él confundidos por la vorágine de la vida.
Por cierto, muy bello el fragmento de Mario Quintana.
Un abrazo y gracias por la visita.
Alejandro me ha gustado mucho esta entrada, el enfoque que le das al tema del amor, un sentimiento que hace mover montañas y como bien dices, alborota nuestro ser.
ResponderBorrarUn beso.
PD.- Me encanta la imagen del encabezamiento de tu blog.
Carmen Rosa y Maria, estoy deacuerdo con ustedes. Solamente traté de dar un enfoque distinto al de todos los blog que lei en esa semana.
ResponderBorrarMaria: La imagen del blog es un colage hecho sobre una foto del Nilo que saque cuando estuve por mi amado Egipto y el escarabajo, que simboliza protección, es del tesoro de Tutankhamon, creo que lo llevaba entre sus vendajes. La frace es la de mi profe de historia y que suelo utilizar como mí bandera.
Un ciberabrazo de luz para las dos.