Cuentos en el blog

viernes, 9 de julio de 2010

El discurso encontrado


Haciendo orden en mis documentos encontré una amarillenta hoja de cuaderno “espiral”, o como se denomina por estos lados “cuaderno universitario” fechada el 9 de julio de 1984.
Bajo esta fecha “garrapateado”, ya que en aquella época mi letra ya era fea, lo que puede considerarse mi primer escrito para ser leído a más de treinta personas, es más... fue leído para toda la escuela en el acto del nueve de julio.
Dice lo siguiente:

Señor director Alberto Longueira, profesores, compañeros:
“Ala faz de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas provincias, romper los violentos vínculos que los ligaban a los reye de España... investirse del alto carácter de una nación soberana e independiente al Rey Fernando VII y de toda otra dominación extranjera”.
Este párrafo es un fragmento del acta que firmaron los diputados del congreso del 9 de julio de 1816 en Tucumán.
Aunque fue redactado en 1816 todavía hoy tiene vigencia puesto que conserva inalterable un gran sentimiento de independencia, libertad y amor a una patria naciente. Hoy en una democracia también naciente, tenemos que aplicar estos mismos conceptos.
Esto que digo podrá parecer reiterativo pero es muy importante para tener un país libre y sin dependencia de ninguna potencia extranjera.
Para ello debemos superarnos y hoy, como en 1816, unirnos para que así todos juntos logremos el país que todos anhelamos.

Estos eran los deseos de un niño de diez y siete años, que en días más dejaría su país para ir a vivir al para él lejano Paraguay, apabullado por la esperanza colectiva de profesores y compañeros de clase al haber vuelto a la democracia a la Argentina y el bombardeo propagandístico del entonces recientemente electo gobierno de Raúl Alfonsin.
Mucha agua corrió en estos veinte y seis años aunque a mi parecer, aparte de una larga lista de presidentes que con sus aciertos y desaciertos hicieron que mí país de nacimiento siga empantanado en un gran lodazal del que es difícil salir, poco ha cambiado desde entonces. Sin embargo creo que no es solo culpa de ellos. ¿Que hemos hecho para revertir la situación en la que vivimos?
Luego de la primera y segunda guerra mundial los países intervinientes se encontraron devastados por los bombardeos enemigos, sin embargo con el esfuerzo de todos sus habitantes, inclusive donando horas de trabajo para la reconstrucción, hoy cada uno de esos países ha vuelto a ser potencia mundial.
Si esperamos que los gansos fritos nos caigan desde el cielo, o desde el gobierno, estaremos eternamente con la boca abierta mirando hacia arriba, lo que impedirá, por un lado que veamos, al barranco sin fondo que se encuentra en nuestro camino y por otro el bosque con cuya madera podemos, juntos, construir el puente para cruzar ese aparentemente insuperable abismo.
Si utilizáramos la mitad de la euforia, tesón y fervor, que ha movido a todo el país durante la copa mundial de fútbol, en trabajar verdaderamente por la patria en poco tiempo, como dije hace veinte y seis años, juntos lograremos el país que todos anhelamos... si no, seguiremos eternamente tocando la cornetita en la cancha desde el fondo del abismo.

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