El lunes 22 de febrero, siendo un poco mas de las nueve de la mañana, partió desde la sede de la Dirección de Fomento del Libro y la Lectura, la delegación que representó a Paraguay en la 10ª feria del Libro Chaqueña y Regional que se desarrollo en la ciudad de Resistencia, Provincia de Chaco República Argentina.
Entre mis compañeros de delegación se encontraban las escritoras Maribel Barreto, María Irma Betzel, Mónica Bustos, los escritores Vicente Brunetti y Guillermo Sequera, el cineasta Miguel Agüero, la editora y presidenta de CAPEL Vidalia Sánchez, además de los escritores “cartoneros” Cristino Bogado, Edgar Pou, entre otros. Ya en el punto de destino se nos sumaron el ministro de Cultura, Ticio Escobar, el presidente de SEP, Lisandro Cardozo, el escritor Oscar Pineda y el dueño de la editorial Don Bosco.
Luego de un agotador viaje de un poco más de siete horas y salvando algunos inconvenientes, que prefiero dejar en el anecdotario, comenzamos a montar el stand que, como siempre, mostró la gran variedad de títulos y temas que caracteriza a nuestras delegaciones. Desde los coloridos cuentos infantiles hasta los voluminosos libros de etnografía, pasando por novelas y poesía, sin olvidar una amplia selección de literatura en guaraní, fueron acomodados con esmero por los representantes de CAPEL, encargados de la comercialización de aquella nutrida selección de libros, supervisados por la señora Vidalia Sanchez.
Mi experiencia en particular fue grata ya que por un lado compartí un panel denominado “Literatura joven de la región” con los escritores chaqueños Tony Zalazar, que mezcla poesía con su particular chispa de humor; la no menos talentosa, Cicilia Liz García, y la escritora paraguaya Mónica Bustos, quien a pesar de ocultarse bajo la pluma de la literatura negra, no puede negar su cálida jovialidad, sencillez y feminidad.
Por otro lado nuevamente, esta vez acompañado por las escritoras Maribel Barreto y María Irma Betzel, vicepresidenta y secretaria de EPA(Escritoras Paraguayas Asociadas), respectivamente, firmamos dos nuevos convenios de integración, en pos de la creación de la SELA(Sociedad de Escritores Latino Americanos), con la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) tanto a nivel provincial, rubricando por parte de la SADE- Filial Chaco los escritores Benedicto Antonio Falcón; Alcides Nicolás Colman- Presidente de la filial-; Telma Farré de Vaernet; y Ana Maria Amores, como a nivel nacional, firmado por el ya mencionado Benedicto Antonio Falcón, Delegado al Congreso de Escritores de la Comisión Directiva Central.
A continuación transcribo el texto del acuerdo con la SADE Central, similar al firmado con la SADE-Filial Chaco, y al firmado originalmente en San José de Mayo Uruguay con la SECH (Sociedad de Escritores de Chile):
Los puntos tratados en esta reunión (que deberán ser ratificados por las respectivas comisiones directivas de las mencionadas sociedades) son:
1) Creación de una lista de correo de escritores y escritoras argentino-paraguaya
2) Reconocer recíprocamente como socios honorarios a los miembros de las sociedades paraguayas con los miembros de la sociedad argentina y viceversa.
3) Creación de una revista literaria (en posible formato digital), donde se publicarían informaciones, materiales literarios, foros, críticas literarias, etc.
4) Creación de un concurso de cuentos y poesías, en donde los ganadores de ambas instituciones viajarían como premio, cada uno al país del otro.
5) Aunar esfuerzos para contactar y adherir a las sociedades de escritores de otros países de América para formar a la sociedad de escritores latinoamericana (SELA).
Firman: Benedicto Antonio Falcón, Maribel Barreto, Maria Irma Betzel, Alejandro Hernández y von Eckstein
De esta manera, y después de la ratificación de este convenio con las respectivas comisiones directivas de las distintas asociaciones intervinientes, serán ya tres los países integrantes de este acuerdo literario (Argentina, Chile y Paraguay) y seis sociedades de escritores (EPA, SADE, SADE-Chaco, SECH, SEP, y PEN Club Paraguay)
La integración a través de la pluma sigue y seguirá sumando ya que la única frontera que deben conocer las ideas, el pensamiento, y el alma del escritor es el límite de su imaginación.
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