Hace ocho años, para conmemorar el día de
la amistad, luego de recibir muchos mensajes basados en frases de autores
conocidos y anónimos que exaltaban el verdadero sentido de la amistad, se me
ocurrió hacer una presentación para enviar por mail a mis amistades.
Tomando como base varias frases de autores
anónimos escribí un cuento cuyo mensaje era precisamente el triunfo de la
amistad y el perdón sobre el egoísmo y la mezquindad.
Mucho tiempo este cuento estuvo
“durmiendo” en mi computadora hasta que el año pasado en la feria del libro de
Asunción la profesora María Teodolina Díaz Coronel, dueña de Editorial Lina, me
preguntó si no tenía algún cuento infantil para publicar.
De inmediato recordé aquella vieja
presentación y se la envié por mail. Días después el cuento había sido
aceptado.
Gran dilema se me presentó cuando se me
preguntó en qué fecha, en donde y a quien deberíamos invitar para la
presentación de “El aprendiz de brujo y el hada”. Después de mucho pensar la
respuesta se presentó.
La fecha y el lugar no era problema. Al
encontrarnos a mediados de abril ¿que día sería mejor que elegir “el día
internacional del libro” y por consiguiente la Biblioteca Nacional debería ser
la sede del evento.
A diferencia de la mayoría de los
lanzamientos, donde se convoca al “público comprador” en un horario accesible
para su asistencia, esta vez fue todo lo contrario.
Pero ¿A quién invitar?... y... ¿Por qué no
invitamos a niños?, después de todo es un cuento infantil. ¿Qué mejor publico
entonces?
Teniendo en cuenta todos estos elementos
se procedió a hacer el anuncio del evento:
¿Un viernes... 10 de la mañana...? horario
ideal para que nadie vaya, dijo el escritor Augusto Casola asombrado cuando le
comunique sobre el lanzamiento. Esta apreciación, que podría ser acertada en la
mayoría de los casos, esta vez no lo fue ya que el auditorio tuvo una
importante concurrencia de los niños que luego de escuchar atentamente a los panelistas
formaron parte del evento al hacer fila para leer en voz alta el cuento, para
finalmente, deleitarse con una deliciosa chocolatada y galletitas.
De este modo tan especial presenté esta
nueva obra que, como dije más arriba, nació como una simple presentación para
enviar por Internet y que hoy se corporizó en forma de libro.
Por último quiero con este libro
homenajear a todos aquellos que en forma anónima aportan su granito
de arena para que, valga la redundancia, la humanidad sea cada vez más humana y
que alguna vez podamos vernos los unos a los otros sin temor a equivocarnos.
Felicidades Alejandro! Éxitos hoy y siempre!
ResponderBorrar